Desconecto apenas unos días y, al retornar a mi mundo de lo cotidiano, me sorprendo de los acontecimientos que me he perdido. Bueno, no de todos.

Que la reina Isabel II de Inglaterra falleciera, con ser noticia sin duda, no debería sorprender. La mujer tenía ya noventa y seis años. Desconcierta, eso sí, que comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular hayan decretado tres días de luto oficial por la muerte de la susodicha. Un poco exagerado, ¿no les parece?.

Bueno, cada cual valora las actividades a llevar a cabo con tal de mantener sus intenciones de voto a lo largo del curso político. Paralelo al mantenimiento de nuestras banderas a media asta, otros vuelven a recordar lo de “Gibraltar español” aprovechando la muerte de la soberana inglesa.

Quedo pasmado por la orfandad en la que queda la recién creada Oficina del Español en Madrid por la renuncia de su director (me parece que es el cargo), Toni Cantó. Se ignora si  este habrá confeccionado un dossier sobre las actividades llevadas a cabo durante su año y pico al frente del Organismo. En cualquier caso, los que han seguido su agenda pública meticulosamente opinan que ha sido más bien escueta. Se desconoce si ha logrado los objetivos para los que la Presidenta de Madrid creó la flamante Oficina del Español en su Comunidad. Parece que el ex director (me parece que es el ex cargo) se va a dedicar a otras actividades. Se sabe que no va a volver a las tablas del teatro dado el hecho que ha perdido el hábito de estudiar cualquier papel en cualquier obra.

Descubro que la guerra de Ucrania ha dejado de ser noticia. Si algo preocupa de esta, parece ser que son las consecuencias venideras por la falta de gas en nuestro continente. A nuestro aliado principal, los Estados Unidos de Norteamérica, esta cuestión no les preocupa. La inmigración y la separación de las familias ucranianas, la falta de suministro de gas y la de cereales, no va con ellos. Les ha valido, eso sí, para que todos los países de la OTAN hayan contemplado la posibilidad de aumentar sus presupuestos en los respectivos Ministerios de Defensa. La industria armamentística norteamericana se frota las manos por las exportaciones que se avecinan.

Impresiona cómo nos “van preparando el cuerpo”, para afrontar la crisis que se avecina. Digo que se avecina porque lo que es el verano parece que ha sido mejor de lo esperado en cuanto a turismo y consumo. Hemos vivido una especie de “Belle Époque” concentrada.  La guerra de Ucrania parece ser una buena excusa para justificar las causas de la crisis económica que ya está aquí.

Me he enterado, repasando las recientes hemerotecas, que el Presidente Sánchez y el líder del Partido Popular, Núñez Feijoó, han mantenido un debate en el Senado días pasados. Ignoro el contenido de los discursos de los contendientes, aunque me imagino por dónde han discurrido ambos. Pero me he alegrado que sea un gobierno de izquierda el que haya hecho frente a la crisis de la pandemia y al de la guerra de Ucrania. No quiero ni pensar cómo hubiese atajado la derecha las situaciones sin perjudicar a la mayoría ciudadana.