"¡Y vuestro orgullo es MIII orgullo!"
Pantoja, dixit. Le supongo al tanto del pasado sucedido en el que la artista del trianero barrio de El Tardón recibía el Premio Mister Gay 2022 ¿? y donde, de lo más emocionada, pronunciaba de manera asertiva y segura entre otras, las palabras del titular con el dedo índice de la mano derecha extendido, “Y vuestro orgullo es MIII orgullo!”, alargando la tercera vocal cerrada y anterior. Lo que dicho así no está ni bien ni mal, pero, yendo a lo mollar ¿por qué es suyo el orgullo?, ¿la apropiación del susodicho sentimiento, habla de una lícita satisfacción o es un exceso de autoestima? Un nocturno y pletórico discurso en el que la tonadillera continúa diciendo, “Porque sin vosotros, los de todo el mundo, (en ese momento eleva su mano derecha, dedo índice apuntando al cielo y hace el helicóptero) ésta que está aquí, no estaría aquí de pie…”. Se trata de un particular reconocimiento que, dicho así, a bote pronto, está bien en el fondo, pero, si se piensa, no lo está tanto en la forma ¿Dónde queda el lenguaje inclusivo en cuanto al género? ¿Qué es eso de utilizar los masculinos genéricos, “vosotros” y “los”, en semejante y orgulloso evento?
¿Cuánto mejor no hubiera sido el empleo de los inclusivos “vosotras, vosotros, vosotres” y “las, los, les” como eco de los monterinos “todas, todos, todes” o “ellas, ellos, elles”? Y no queda ahí la cosa porque, la otrora coplera, completaba su discurso con un: “… que es el colectivo L…G…T…B…IIII” (lo pronuncia, al principio, deletreando de forma lenta y concentrada, con reforzadores movimientos verticales de su brazo derecho, como repitiendo lo memorizado y temiendo equivocarse, bien en su pronunciación fonética o bien con el olvido de alguna de ellas; y al final lo remata con la emisión prolongada de la última letra, ¡I I I I!, como satisfecha y relajada por la misión encargada y llevada a buen fin). Un temor a la equivocación o al olvido le decía, y una satisfacción final le añado ahora, que comparte a su siniestra un preocupado y tenso periodista que no le quita ojo porque la conoce bien, Omar Suárez, reportero y colaborador del programa televisivo Sálvame, perdone la digresión pero ya sabe que soy muy de este programa.
“Nunca es tarde si la dicha es buena”. Un temor múltiple a la equivocación, en su pronunciación y enumeración, pero también al desconocimiento de algunos de los correctos significados de las siglas que, vaya por delante, en lo personal comparto totalmente con la trianera. Le confieso que en su situación, no sé si los hubiera pronunciados bien y (casi) todos, como hizo ella, claro que por suerte o desgracia -vaya usted a saber, que con estas cosas nunca se sabe-, no era un servidor el receptor del premio ni quien tenía que hablar ni, tampoco, sufrir algunos de los miedos escénicos que acompañan a estas actuaciones. En cualquier caso y dado que soy muy de paremias, ya me conoce, tiro de nuestro refranero y hago mío el del subtitular, alusivo a que la ventura es siempre bien recibida, siempre, llegue cuando llegue.
Soy de la opinión que el paso del tiempo nunca debe ser un obstáculo para realizar aquello que deseamos, a que más vale tarde que nunca, incluso voy un poco más allá, sabido es que la ignorancia es osada. Dado que tengo la oportunidad de colaborar en este periódico, con estas entregas semanales que nacieron con vocación de servicio público, y a que no hay muchas dichas tan placenteras y perdurables como la de aprender, he aquí lo que he aprendido sobre la redacción y significado de algunos términos relacionados con el colectivo LGTBIQ+, que ese es su nombre completo, al menos por ahora. Una especie de pequeña guía de términos, un prontuario como quien dice acerca de la diversidad, con la pretendida pretensión de que resulte didascálico.
Prontuario LGTBIQ+ (1). Destacar que muchos de los conceptos que aparecerán en este negro sobre blanco aún no están aceptados por la Real Academia Española en su Diccionario de la lengua española (DLE), si bien están presentes en algún que otro diccionario y aparecen recomendados en diferentes organizaciones, sirva de botón de muestra la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Heterosexual: Persona que siente atracción sexual y afectiva por personas del otro sexo. Homosexual: Persona que se siente atraída por el mismo sexo, una definición que, si se fija, no especifica a cuál de ellos se refiere por lo que puede aplicarse tanto a mujeres como a hombres.
Gay: Hombre que siente atracción sexual y afectiva por otros hombres. Desde el punto de vista gramatical la voz gay (hace su plural transformando la ‘y’ en ‘i’ y añadiendo una ‘-s’, gais) puede funcionar como sustantivo (un gay) o como adjetivo (pareja gay). Lesbiana: Mujer que siente atracción sexual y afectiva por otras mujeres, ergo, el término homosexual incluye a gay y lesbiana, por lo que resulta redundante una expresión como “…confirma la decisión de Moscú de declarar ilegales las manifestaciones de homosexuales y lesbianas”. O prescinde de lesbianas, utilizando únicamente homosexuales o, si desea referirse a ambos sexos de manera expresa entonces, gais y lesbianas.
Ah, nuestra icónica folclórica también espetó en el escenario “Yo soy una más de ustedes, que lo sepáis”, vamos que el fuego está encendido y la leña arde. (Continuará)
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FUENTE: Enroque de ciencia
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