Trabajo constata los "riesgos psicosociales" que el conflicto de Louis Berger está generando en los trabajadores, según el comité
El conflicto que mantiene la empresa Louis Berger Aircraft Services (LBAS) con la plantilla de trabajadores desde hace más de cinco años está pasando factura psicológica a los empleados como indica el comité de empresa que queda constatado en la Evaluación de Riesgos Psicosociales que la Inspección de Trabajo ha realizado y de la que la representación legal de la plantilla ha tenido conocimiento.
Según indica el comité, el pasado mes de mayo de este año, la Inspección de Trabajo visitó las instalaciones de la multinacional norteamericana, adjudicataria del servicio de aeropuerto de la Base Naval de Rota, por mandato de la propia Inspección al detectar casos susceptibles de acoso laboral. Los resultados, que la empresa se ha visto obligada a entregar a los representantes de los trabajadores, ponen sobre la mesa una realidad "incontestable" en la que indican que los resultados de esta evaluación siguen siendo "igual de alarmantes" que los registrados en la anterior evaluación de riesgos psicosociales realizada en 2017, también llevada a cabo por orden de la Inspección de Trabajo ante el enrarecido ambiente laboral que se detectó en aquel momento.
A modo general, indican desde el comité, "los riesgos psicosociales en el trabajo están originados por una deficiente organización y por un entorno social negativo. Pueden afectar a la salud física, psíquica o social del trabajador: estrés, violencia y acoso laboral, problemas mentales, conflictos familiares derivados del ambiente laboral... En el caso concreto de la multinacional Louis Berger, más de 5 años de persecución laboral y sindical, con despidos y sanciones injustificados, usurpación de salarios y cotizaciones a la Seguridad Social, subcontrataciones innecesarias y un largo etcétera están pasando factura a la salud de los trabajadores".
Mientras tanto, lamentan los representantes de la plantilla, Louis Berger, en vez de solucionar estos "gravísimos problemas que están afectando seriamente a la salud de los empleados, la empresa inventa una realidad paralela de trabajadores felices y se hace propaganda en redes sociales, alardeando con autobombo de los supuestos logros de su personal de estrecha confianza y de la certificación burocrática ISO 9001".
Desde que las negociaciones del convenio colectivo se rompieran en octubre de 2016 y se llevaran a cabo los primeros despidos de la plantilla en enero de 2017, el conflicto solo ha ido a peor sin visos de solución en todos estos años en los que los trabajadores han protagonizado huelgas, encierros, reuniones con partidos políticos, se han sometido a procesos de mediación, etc., sin que nada de esto haya valido para que la relación entre empresa y empleados se estabilice dentro de la normalidad.
Te tocó otra vez | Miércoles, 20 de Julio de 2022 a las 21:41:53 horas
Hay que ver que no se puede ni dormir siendo sindicalisto....y no es la primera vez ni la segunda....... Acoso en toda regla...
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