Es un clásico al que no se le da solución y que comienza cuando llega el mes de julio.  Los vecinos de la avenida de la Paz llevan años quejándose por la parada de autobuses turísticos que traen a personas de otras localidades sin costa a la playa de Rota en la puerta de sus casas.  Como indican cada temporada, no están en contra ni mucho menos de que estos turistas disfruten de una jornada playera, lo que critican es que el sitio elegido para que los pasajeros se bajen o suban sea en mitad de la avenida, parando en segunda fila con el peligro que ello conlleva ya que la circulación por la zona es bastante concurrida y temen que haya algún accidente.

El año pasado, con las obras de la avenida de la Diputación pensaron que en este verano 2022, el problema se habría solucionado ya que se supone que en la remodelación de esta vía se ha incluido una bolsa de aparcamiento y un espacio para que estos autobuses turísticos puedan parar en un sitio seguro. Pero dado que la avenida aún está sin terminar, los vecinos ya empezaron a sufrir el pasado fin de semana las molestias que genera que más de 200 personas se acumulen en sus fachadas porque 4 autobuses, a razón de 50 pasajeros cada uno, ya han comenzado sus rutas. La situación que se avecina, según los vecinos, empeorará a medida que avance el verano donde los autobuses llegan a ser entre 7 y 8 cada mañana.

Los vecinos afectados, lo único que piden es que se habilite un espacio para que estos autobuses puedan dejar a los pasajeros en un lugar más seguro y sobre todo, donde el escándalo que se monta mientras descargan sillas, neveras o sombrillas, no perjudique a los vecinos que tienen sus viviendas especialmente, en la planta baja, aunque el ruido llega a todos. Además, no solo es la llegada, también cuando tienen hora de partida, para no perder el autobús suelen sentarse en la vía pública abriendo sus sillas de playa a la espera, con lo que se suelen generar también inconvenientes en el paso de peatones.

Pero lo que más llama la atención a estos vecinos, que recuerdan que llevan años pidiendo una solución, es que el Ayuntamiento de Rota, por seguridad de esas personas, no haya habilitado un espacio más acorde para que los turistas bajen y suban del autobús con la seguridad que deberían tener, especialmente, cuando hay niños que en un despiste pueden cruzar y provocar accidentes que entienden que son evitables.

Los vecinos ya se preparan para el "calvario" que les volverá tocar sufrir de nuevo cada domingo y pide que alguien con sentido común actúe.