Pasadas las cuatro de la tarde, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota ha realizado el embarque desde Bajo Guía en Sanlúcar para llegar a coto de Doñana y continuar así este primer día de camino hacia la aldea de El Rocío.

Unas primeras horas que se están desarrollando con normalidad, sin ningún tipo de percance y con la seguridad necesaria para todos los peregrinos que ansiaban este momento tras la espera provocada por la pandemia.

La carreta de plata que porta el Simpecado roteño ha pisado las primeras arenas en una jornada que empezaba con la Misa de Romeros, un recorrido más corto que otros años hasta llegar a la barriada de la Blanca Paloma y hacer parada en la explanada del cementerio donde se ha rezado el primer Ángelus. Desde ahí, una vez reorganizado el cortejo, los 300 rocieros roteños han enfilado los primeros kilómetros por vías pecuarias ya que este año como novedad, se ha intentado no coger ningún tramo de carretera.

Las primeras horas como siempre, se están viviendo con mucha intensidad y sobre todo, con muchas ganas de reencontrarse con Nuestra Señora del Rocío en su ermita, por eso, han sido reiterados los vítores y cantes dedicados a la Blanca Paloma. Antes del embarque, como es habitual, el Simpecado de la Hermandad de Rota, como el resto de hermandades, ha hecho parada en la capilla del Carmen para el rezo antes de continuar.

Además de Rota, en la jornada de este martes han iniciado su camino ocho hermandades más de la provincia de Cádiz y una de Ceuta: La Línea, Chiclana, San Fernando, San Roque, Ceuta, Chipiona, Arcos, Cádiz y Puerto Real. Hasta el momento, no ha habido percances y los embarques se han realizado con normalidad, fluidos y sin atascos según las horas previstas.

Ya en el otro lado del río, las hermandades han continuado andando kilómetros hasta Marismilla donde hacen la primera noche en un ambiente de convivencia que prima ante todo en esta peregrinación.

Los caminos están en buen estado, gracias a actuaciones que ha llevado a cabo la Junta de Andalucía a través del  Plan Romero 2022, que incluye también un amplio dispositivo de seguridad para ofrecer unas vías seguras a los romeros en su peregrinaje.

Como suele ser habitual, la de hoy, es una tarde noche que se coge con muchas ganas, donde el cante, el baile y el rezo son tres pilares básicos del camino, porque devoción y diversión se reparten a partes iguales.

Mañana miércoles, cuando se levanten y se celebre la eucaristía, los rocieros roteños levantarán campamento y tras otros tantos kilómetros llegarán al Corral de Félix donde pasarán su segunda noche.