Existen dos verdades universales, una que nos vamos a morir y dos que alguna vez en nuestra vida hemos mentido. Resulta curioso que una de las verdades irrefutables que podemos encontrar sea su antónimo, la mentira. Desde que tenemos uso de conciencia siempre nos han enseñado que mentir esta mal, pero es verdaderamente así.

La mentira se define como el acto de expresar lo contrario de lo que se sabe, se cree o se piensa, pero hay situaciones en la vida donde una mentira hace más bien que una verdad.

Mentir en sí es un arte que no todo el mundo posee, pero que sí todos podemos llegar a desarrollar. Dentro de ese arte existe un tipo, denominadas las mentiras piadosas, las cuales son necesarias, que son realizadas de manera benevolente sin la intención de hacer daño.

Imaginemos un mundo donde todos decimos la verdad y lo que pensamos, no sería un lugar sostenible para vivir porque de cierto modo, no habría esa cordialidad y educación, gracias a las cuales podemos llegar a convivir sin gran cantidad de problemas.

Debido a esto, la mentira usada de manera idónea puede llegar a ser útil e incluso necesaria, ya que sin ella, no existiría una sociedad modélica y adecuada en la que vivir.

Álvaro Punjabi Durán