Hoy jueves, 19 de mayo, se cumple una semana desde que la familia del roteño José Romero Micó lo vio por última vez. Este hombre de 53 años,  se fue de casa por la mañana, se despidió de su pareja, Vanesa Curtido, le dijo que iba a tomarse un café y nunca más volvió a casa. Aunque alguna vez había salido y vuelto al día siguiente, nunca lo ha hecho durante tanto tiempo seguido por lo que su familia y su pareja temen lo peor y por eso, hacen un llamamiento a la ciudadanía para que cualquiera que lo haya podido ver y pueda aportar alguna pista, se ponga en contacto con ellos o con la Policía Nacional para dar con su paradero.

Esta mañana precisamente, la Policía Científica ha citado a los familiares en la comisaría de Rota para seguir el protocolo de búsqueda que, según han indicado a Rotaaldia.com, está activado desde que el sábado, 14 de mayo, se puso la denuncia por parte de un familiar para alertar sobre la desaparición de José.  Hoy se han pedido más datos para incluir a este roteño en la base de datos de desaparecidos de modo que si se registra en algún sitio pueda saltar la alarma de dónde está. De hecho, en esta semana, la Policía lo busca por hoteles, albergues, hospederías, hospitales, medios de transporte, etc. Pero hasta el momento, no se ha conseguido ninguna pista sobre su paradero.  Hay incluso grabada una orden internacional de búsqueda de modo que si el desaparecido toma un avión o cualquier otro medio de transporte a otro país, saltaría la alarma.

Por su parte, la familia también está llevando a cabo sus propias acciones por sitios que frecuentaba este hombre que su pareja asegura que es fácilmente reconocible porque lleva los brazos tatuados, un Cristo tatuado en la espalda, es moreno, mide 1,70 metros, es delgado y ojos verdes. José Romero padece una enfermedad mental y por ello, su pareja teme que haya podido pasarle algo convencida de que no ha sido una marcha voluntaria. De hecho, se fue con lo puesto, iba vestido de negro cuando Vanesa lo vio por última vez salir de casa por la mañana, aunque después preguntando puede que se hubiera cambiado de ropa poniéndose un vaquero y una camisa. Es a la cinco de la mañana del viernes cuando se le ve por última vez. Tiene el teléfono apagado por lo que localizarlo por este medio es inútil.

Su pareja y familia están en un sinvivir desde hace una semana y solo piden que si alguien lo ha visto que aporte algún detalle a la investigación y que se ponga en contacto con la Policía Nacional