Esfuerzo, paciencia y dedicación (Mario Ibáñez Millán)
Actualmente, la sociedad está sometida a unos alicientes externos que a muchos jóvenes les resulta complicado obviar. Son estímulos muy atractivos e inmediatos, que hacen que todo lo que quieren sea instantáneo. Estamos creando una sociedad muy impaciente y con facilidad de frustración ante la falta de algo automático.
En primer lugar, si comparamos la educación de antes con las actuales, existen diferencias en la metodología utilizada, por ejemplo, ahora se utiliza en exceso el sistema de recompensas, basado en la obtención de un beneficio, si consigues un objetivo. Esto hace que los jóvenes busquen ese beneficio en el menor tiempo y esforzándose lo menos posible. Antes, la gente se esforzaba en ese objetivo y no en el beneficio de después ya que no se enseñaba así.
En segundo lugar, el hecho de no conseguir los objetivos marcados conlleva un alto índice de frustración y ansiedad ante diversas situaciones. Esta situación se ve aumentada por la presión que la sociedad ejerce cuando no se consigue el éxito.
Por otra parte, hay mucha gente que piensa el éxito y la obtención de logros están unidas a una buena posición económica y social, pero esto no es así, con esfuerzo y paciencia todo se puede. En resumen, nuestra sociedad está sometida a la presión de querer ser exitoso lo más rápido posible, pero esto no tiene por qué ser así, con esfuerzo, paciencia y dedicación se puede conseguir todo lo que uno se proponga.
Mario Ibáñez Millán

































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