La matraca de la ultraderecha
Tal vez recuerden ustedes al personaje del soldado Bubba, compañero en Vietnam de Forrest Gump. En su escena más célebre recitaba mil formas de cocinar con gambas. Resultaba gracioso, por exagerado, en cuantas frases podía incluir la gamba. De hecho, la empresa Bubba Gump Shrimp existe de verdad y vende gambas en cuarenta restaurantes.
Pues bien, por la mañana me levanto con que han pactado en Castilla con la ultraderecha. No me he acabado el café, burla burlando ya me han dicho la palabrita tres veces.
Continúa el noticiero con que Le Pen es un peligro para Europa. Y dale que te pego con la extrema derecha. En medio de la tostá, se tiene que hacer un cordón sanitario y nuestra democracia está en peligro. Ya se me atraganta el vaso de agua. Las elecciones en Andalucía, pacto con VOX, otra vez. Y van catorce veces que me dicen en el matinal que hay que acojonarse con la ultraderecha. Catorce versos son soneto.
Vamos a llamar a las cosas por su nombre.
Extremistas son los que se comportan de forma violenta y con desprecio a la Ley. Por ejemplo, Bildu, Junts per Catalunya y estas figuras.
Si echamos un vistazo a Podemos no es que sea modelo de moderación. Y el PSOE de ahora, pacta en esos terrenos por lo que es obvio que está escorado al extremo izquierdo. Ustedes no escucharán nunca esto. No interesa en los grandes medios pero es la realidad. Aquí hay un mantra que hay que repetir insistentemente, como el soldado Bubba con las gambas, pero la realidad es que los extremistas y los que cometen delitos violentos son otros. Los que persiguen a niños porque hablan español, cometen estragos en el AVE y les hacen fiestukis a Iñaki y sus colegas que salen de prisión con la pistola humeante.
Ahora, todos estos están muy enojados por el caso Pegasus porque dicen que les han intervenido los móviles y el CNI los ha espiado.
Si es verdad y se ha hecho con amparo de un magistrado me parece bien. Son partidos que han expresado claramente que quieren descuartizar el Estado y derrocar al Rey y algunos han cometido delitos muy serios por mucho que luego los hayan indultado.
Por tanto, si Sánchez dio esta orden de espiar a los Frankenstein le aplaudo la decisión. Ha acertado (por fin). Y además no hay que pedirles perdón ni hacerles la pelota. Ellos siempre van a votar con el PSOE porque saben que en el momento que salga Sánchez de la Moncloa se les acabó la bicoca. Esto no lo digo yo, lo ha dicho así de claro Otegui. No van a dejar caer este Gobierno porque es el que mejor responde a sus intereses a cambio de poco esfuerzo. Antes se acaban las cookies, las de internet.
De aquí a la cita con las urnas en junio le van a dar a usted lo más grande con la ultraderecha. Pruebe a recitar un plato de gambas con su guarnición cada vez que se lo digan.
No hay tanta gamba, me temo.
Cucudrulu | Jueves, 05 de Mayo de 2022 a las 19:54:26 horas
Hay que hacerle el vacío a ese partido tan violento, que acata la Constitución, que no rompe ni un cristal, no quema ni una papelera, ni agrede a los policías.
Encima, ¡oh anatema!, quieren que la inmigración sea legal.
Entre ellos hay gente armada que van a matar a perdices y conejos indefensos; qué decir de algunos que hasta les gustan los toros...¿para qué seguir?
Y, ¿que decimos de sus mujeres?, están tan seguras de sí que no quieren protección para no sentirse inferiores, además no van tetas al aire a las capillas o iglesias, gritando ¡arderéis como en el treinta y seis!, para demostrar lo femeninas y demócratas que son.
Ahora es la hora de pararles los pies, antes de que sean muchos más de cuatro millones, como vaticinan las encuestas.
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