Sin duda, lo mejor de la Madrugá de Rota en esta Semana Santa, tras dos años sin poder celebrarla con pasos en la calle, ha sido que Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura hayan podido estar en la calle. Ese ha sido el regalo que muchos cofrades esperaban porque la devoción por el que tiene los honores de Señor de Rota desde 2008, es inmensa. Fruto de ello, es que desde que a las dos de la madrugada se abrieran las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la O, y hasta casi la una de la tarde de este Viernes Santo, cuando se han cerrado con los titulares ya dentro, la hermandad morada no ha estado sola.

Si bien es cierto que ha habido tramos menos concurridos a lo largo de las diez horas que esta cofradía procesiona,  también lo es que este año, han brillado con especial color otros como el dedicado a los mayores, enfermos y fallecidos por el Covid-19. Colectivos que la junta de gobierno ha querido tener muy presentes en esta salida procesional y que de hecho, ha dejado  varias estampas para el recuerdo. Una de ellas, la más significativa, y  que la han podido vivir muchos ciudadanos, ha sido ver a los dos pasos de la Madrugá roteña procesionar juntos, uno al lado del otro, en el tramo que va desde la avenida Príncipes de España, a la altura de la calle Madrid,  hasta la rotonda de la bandera de España que se izó, precisamente, por los fallecidos y enfermos de coronavirus en la confluencia entre las avenidas María Auxiliadora y Marina.

La idea fue desde el principio, y así lo ofreció la hermandad, que los abuelos de la residencia municipal de ancianos tuvieran la oportunidad de ver a Jesús Nazareno y a María Santísima de la Amargura a pocos metros de ellos. Una propuesta que se acogió por Servicios Sociales desde el principio con mucha alegría y que con la colaboración de la Policía Local, de Protección Civil, del personal de la residencia y de otras delegaciones municipales, ha salido adelante. Eran las siete y cuarto de la mañana cuando empezaba a vivirse ese momento tan emocionante, que no se repetía desde hacía 36 años, y que no solo ha provocado lágrimas en las caras de los abuelos, que han podido disfrutar del Señor de Rota y la virgen muy cerca, sino también, dentro del cortejo que a cara descubierta se han mostrado especialmente emocionados. Además, la hermandad ha hecho todo lo posible para que, a medida que iba realizando su estación de penitencia, parar o estar unos minutos sobre el mismo sitio meciendo los pasos ante un enfermo o algún abuelo. Y es que esta era una salida procesional que quería tener muy en cuenta a quienes padecen alguna enfermedad, para que Jesús los reconforte, y a los mayores que han sido los valedores de que esta devoción por el Nazareno haya pasado de generación en generación en Rota.

La novedad del tramo de la avenida María Auxiliadora, con el paso de misterio y el de palio juntos, a pocos metros andando en paralelo, generó expectación hasta el punto que mucho antes de las siete ya empezaba a llenarse de público la zona que estaba a rebosar a las 7.30 horas, que era el momento previsto.  De esta forma amanecía del todo en Rota, con un pueblo echado a la calle y con el Señor de Rota y su Madre devolviendo la devoción que el pueblo le profesa.

No han sido los únicos momentos especiales de esta larga noche; también se ha vivido con las saetas dedicadas a Jesús y María por las ganadoras del XL Concurso de Saetas de la Peña Rociera Roteña, que han cantado sus plegarias en una plaza de San Roque que también ha estado llena.

Con un sol que apretaba cada vez más hasta llegar a temperaturas veraniegas en la mañana de este Viernes Santo, Jesús no tenía impedimento para bajar hasta el muelle pesquero. Lo ha hecho sobre las once y media de la mañana para bendecir el mar y a quienes se ganan la vida trabajando en él. Con el cura párroco, director espiritual de la hermandad, José Arjona Gil, se ha rezado un padrenuestro al filo del muelle donde se podían ver los barcos pesqueros. Un tramo, el que va desde el faro hasta el muelle, que también ha estado lleno de gente ya que era la recta final de una Madrugá plena que ha cambiado algunos detalles porque en ese aire de nuevos tiempos que la junta de gobierno elegida quiere ir introduciendo, esta mañana se ha vivido otro momento único, ya que el paso de palio de la Amargura también se ha acercado hasta la puerta del muelle. Aunque la virgen no ha entrado, se ha cruzado con Jesús Nazareno en el inicio de la avenida San Juan de Puerto Rico,  donde juntos, uno detrás del otro, han vuelto a enfilar, bajo un sol que empezaba a ser sofocante, la plaza Bartolomé Pérez.

Este año, ha sido el Señor de Rota el primero en entrar en la iglesia arropado por los acordes de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario, de Crevillent (Alicante), que tomó el testigo de la Agrupación Musical Padre Jesús de la Salud, de Cádiz, que le tocó en el primer tramo de la madrugada. Posteriormente, y según iban entrando hermanos nazarenos en la iglesia, ha llegado el paso de palio con una Amargura espléndida bajo el sol que un poco antes de la una de la tarde, entraba en capilla dando por finalizada esta salida.

A las puertas de la parroquia mayor se han podido ver abrazos entre hermanos, costaleros e incluso cuerpo de acólitos, emocionados  por haber culminado una estación de penitencia que añoraban tras tres años desde 2019. Hoy se ha demostrado que Rota, sigue siendo morada en su madrugada más larga.

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