Semana Santa
Alfa y omega. Según el Diccionario de la Real Academia Española (DEL 2021), la expresión de la cabecera de esta mi Opinión hace referencia a la “semana última de la Cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección”. Un término, el de Cuaresma, entendido como tiempo litúrgico de preparación de la Pascua de Resurrección, va desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y caracterizado por ser un período de penitencia. Etimológicamente, la palabra procede de la expresión latina ‘quadragesĭma dies’, “cuadragésimo día”, que alude a su duración de cuarenta días. Sí, tal como indica el Corominas, perdón Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, es el mismo origen que el de la palabra cuarentena de triste recuerdo y asociada, en esta ocasión, a la pandémica enfermedad COVID-19 y el coronavirus SARS-CoV-2. Por su parte, y como seguro sabe, el Domingo de Ramos es una celebración religiosa con la que se conmemora la entrada de Jesús de Nazaret en Jerusalén y da inicio a la Semana Santa; mientras que el Domingo de Resurrección o de Pascua celebra su resurrección poniendo fin a la misma. Ramos y Resurrección, principio y final de nuestra Semana Santa. Apocalípticos alfa y omega.
Unos días sin fechas fijas. Ya lo hemos traído a estos predios, la celebración de esta fiesta no tiene una fecha fija, de modo que preguntar ¿cuándo cae la Semana Santa este año? suele ser un lugar común y recurrente en ciertos ambientes y determinados momentos. Bien, pero ¿por qué cae cada año en una fecha diferente? Se trata de una buena pregunta que a unos desconcierta, a otros confunde y a estotros extraña, ¿por qué estos cambios de ubicación en el calendario? Pues por una razón muy lógica, sencillamente se intenta que coincida lo más posible, con la fecha real de la muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Algo de lo más humano, pero difícil de conseguir. Y es que la satisfacción de este deseo de coincidencia, plantea alguna que otra dificultad que no tienen otras fiestas. Por ejemplo, mientras Navidad y Epifanía se rigen por el (bastante) exacto calendario gregoriano o calendario solar de 365,25 días, la Pascua de Resurrección lo hace por el inexacto calendario judío o lunar, que consta de doce lunas de 29,5306 días. Es decir, que echando números, existe un desfase de casi seis días por año que, además, se va acumulando. Una diferencia cuantitativa que con el paso del tiempo exigió que se tomaran medidas.
Semana Santa, 2022. Como pueden ver, la ubicación de la Semana Santa es un auténtico anacronismo vivo, instalado en los albores del tecnificado y tecnológico siglo XXI. Toda una paradoja a la que se puso solución en el Concilio de Nicea (325), donde se estableció que el Domingo de Resurrección sería el inmediatamente posterior a la primera luna llena que hubiera tras el equinoccio de marzo. Ya ve, una curiosa mezcla de fe, religión, astronomía y matemática. Ciencias y creencias de la mano a la que solo hay que echar las cuentas. Veamos. Según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, la primavera de este Año del Señor de 2022 comenzó el pasado domingo 20 de marzo, y el primer plenilunio que habrá tras él, será el cuarto de este año, tendrá lugar el próximo día 16 de abril. Es conocido también como luna pascual por motivos obvios de calendario cuaresmal, ya que convierten, según el Concilio de Nicea, al día siguiente 17 de abril en Domingo de Resurrección y, por ende, a mañana día 10, en Domingo de Ramos. Aunque la terminología cofrade es amplía y precisa, le dejo con una expresión algo manida ¡Al cielo con Ella!
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FUENTE: Enroque de ciencia
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