Los niños han sido en la tarde de este Viernes de Dolores los protagonistas de una salida que refleja el espíritu de la cantera cofrade de la localidad. Gracias al trabajo que realiza la asociación "Huerto de los Olivos", los más pequeños tienen un espacio dentro del ambiente de Semana Santa y son ellos los que llevan todo el peso del cortejo.

Hoy, tras dos años de parón por la pandemia y en comparación con el último año en el que solo se sacó un solo paso, han salido de nuevos los dos, dada la mayor participación de niños. De esta forma, se han podido ver las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Guarda y  María Santísima de la Custodia, cada una en su paso. 

La cita es posible por la implicación de la asociación cultural "Huerto de los Olivos", centrada en dar ambiente cofrade a la zona norte de Rota, y este año, casi 40 niños y niñas, han formado el cortejo, una decena de ellos llevando varas y el banderín, y el resto, lo que más les gusta ser, costaleros y capataces.

La estampa siempre resulta entrañable al verlos metidos en su papel de pequeños cofrades al mando de una salida  que pasadas las seis y media de la tarde partía del colegio Luis Ponce de León y recorría algunas calles de la barriada San Antonio. En las calles, vecinos de la barriada y sobre todo, familiares de los participantes que han disfrutado viendo a los menores meterse en el papel.

El paso de Nuestro Padre Jesús de la Guarda lo han portado chicos de entre 10 y 12 años, mientras que a Nuestra Señora de la Custodia la llevaban pequeños de entre 6 y 8 años. Es una particular salida que se vive con mucha ilusión ya que muchos de los que participan se ven en el futuro en hermandades de la localidad realizando la misma tarea de costalero, capataz o hermano en el cortejo.

Su salida, como cada año, da ambiente a las calles de una barriada alejada de la zona centro que de esta forma, vive un inicio de Semana Santa muy singular, con los niños de protagonistas. Hoy además, el tiempo ha acompañado y eso ha hecho que también algunos ciudadanos salieran a la calle para aplaudir el entusiasmo de estos cofrades que gracias a la asociación "Huerto de los Olivos", matan el gusanillo que a temprana edad se les mueve por el mundo de las procesiones.