El problema de mentir es que exige mucho esfuerzo. Por eso descubren muchas veces a los criminales en los interrogatorios. No basta con recordar la realidad y decir las cosas como son, hay que imaginarse mundos ficticios, ambientes surrealistas y personajes mágicos.

Por un lado, nos cuentan que entramos en economía de guerra. La gasolina y la electricidad están por las nubes y esto arrastra todos los productos que al final requieren energía para su producción y transporte para su distribución. Vaya royo.

Dice el Presidente que vienen momentos duros.

Bien. Lo entendemos. ¿Pero por qué, si son tan tiempos duros, sigue destinando 20 mil millones a igualdad. ¿A lo mejor ahora no toca.

Sigue con su pléyade de ministros y asesores. Se agradecería un recortito, aunque sea solo las puntas. Amén de que en la mayoría de los casos son poco eficaces y su principal cualidad es tener un carné del PSOE.
Acaban de nombrar a un tal Borja Cabezón como embajador para el Covid en Europa. El tío ni es sanitario ni es diplomático ni tiene ni puñetera idea del área para la que es nombrado, pero es socialista de toda la vida. Ya está. Tiempos duros.

Luego resulta que surgen problemas de verdad; los transportistas dicen que con el gasoil a dos euros van a un paro indefinido porque les cuesta el dinero arrancar el camión.

Respuesta de los Gobiernos con alguna neurona viva: Se rebajan los impuestos de los carburantes que son muy altos y se suaviza la factura.

Respuesta de Sánchez y sus ministras: Esto son actos de sabotaje dirigidos por VOX.

Se han gastado el manso en gilipolleces y llega un problema de verdad y sacan la frasecita que vale para todo: La culpa es de la ultraderecha.

Hace una presidencia, los sindicatos se manifestaron porque el precio de la electricidad alcanzo los 70 euros el megavatio. Aquello era insoportable para las familias. Ahora está diez veces más cara. ¡Que viva el marisco!.
Se ha configurado un gobierno con un acuerdo PP y VOX en Castilla-León. He leído el acuerdo. Menos dineros para gilipolleces y chiringuitos, más dinero para cosas de comer. Regadíos, granjas, industrias. ¿Saben lo que va a pasar porque haya entrado VOX en ese Gobierno? Pues nada. Ni va a haber campos de concentración, ni van a fusilar a nadie ni van a quitar la libertad de prensa ni van a perseguir al que piense diferente. Seguramente sí pasará una cosa, ese territorio mejorará económicamente.

Se les pone la cara de -esta trola no se la creen ni los niños de pecho- cuando vuelven machaconamente a echarle la culpa al Coco.

Ya nadie les cree.

Esto es lo que tenemos y que no le cuenten a usted que tuvieron mala suerte con el Covid, el volcán y la Guerra de Ucrania. Donde vayan, la ruina está asegurada. No han tomado una medida económica correcta desde hace tres años y las ideológicas directamente dan nausea.

Otros están peor. Vemos cada día las noticias y los bombardeos en Ucrania. Gente muriendo. Familias que se quedan sin lo más básico y tienen que salir del país o arriesgarse a acabar en una fosa común. ¿Hasta qué punto no hay una omisión del deber de socorro? No lo sé.

Al lado de esta tragedia humanitaria lo malo que es este presidente no parece ni tan chungo.

Lo que sí tengo claro, es que, si en el corto plazo acaba la guerra en Ucrania y se consigue una entente de paz, habrá un señor que hará un reality, se otorgará casi todo el mérito y se pondrá un medallón en la solapa.
Ese, ese.