Los tiempos que corren
Al cuarto o quinto día de la invasión rusa a Ucrania nos enteramos que la mayor parte del aceite de girasol que consumimos en España procede de aquel país. Al sexto día desde el inicio de la guerra, el precio del aceite de girasol se ha disparado. Me pregunto por qué. Y no crean, no es una pregunta ingenua. O tal vez sí. ¿Qué pasa que en tres días se ha vendido todo el aceite de girasol en España y por eso ha subido? El precio ha subido antes ya de que suba. “Corren buenos tiempos... tiempos fabulosos, fabulosos para sacar tajada de desastres consentidos y catástrofes provocadas...”. Es parte de la letra de una canción de Joan Manuel Serrat.
Hace unos días leí que “mandamos armas a Ucrania para que se defienda del ataque ruso, mientras financiamos la guerra de Rusia comprándoles gas y petróleo, y lo que nos haga falta”. Curioso, ¿verdad? “Tiempos como nunca para la chapuza, el crimen impune y la caza de brujas”, siguiendo con la letra de la susodicha canción del maestro Serrat.
Es lo que trae las guerras: éxodos, miedos, hambre, tragedias, muerte... Las emigraciones de los pueblos huyendo de las guerras no afectan a los que mueven los hilos de todo el tinglado. Estos nunca corren peligro físico ni van a pasar penurias. Se dedican a mover las figuras de sus partidas que, la mayoría de las veces, acaban en tabla. Eso sí, cuando el juego termina, en el tablero faltarán muchos peones antes de que los relojes se detengan y los contrincantes se den la mano. “Y silenciosa la mayoría, aguantando el chaparrón al pie de un caño de papel maché, come el pan nuestro de cada día...”
“Corren buenos tiempos, buenos tiempos para esos caballeros locos por salvarnos la vida a costa de cortarnos el cuello”. No se conoce ningún conflicto que no conlleve pérdidas de vidas humanas y pingües beneficios para los de siempre. Por citar solo un ejemplo histórico, basta recordar que la empresa nazi IG Farben y sus marcas más conocidas y rentables como BASF, AGFA, Siemens, Bayer, AEG y Pelikan, empleaban mano de obra de los reclusos del campo de Auschwitz, durante la II Guerra Mundial, a coste cero.
Se suceden tertulias, ya sean protagonizadas por personal cualificado, ya sean por sabelotodos, en las que se buscan causas, orígenes y hasta soluciones. Los que hasta hace un mes escaso no sabían ni situar a Ucrania en el mapa mundi, ahora lanzan mensajes pedantes de enteradillos del conflicto. También los hay que elevan plegarias ante la impotencia generada. “Tiempos fabulosos para plañideras, charlatanes visionarios y vírgenes milagreras”.
Finalmente, los números porcentuales mostrarán las pronunciadas diferencias producidas tras el conflicto. Los que menos tenían, poseerán menos aún. Y viceversa. “Corren buenos tiempos, buenos tiempos preferentemente para los de toda la vida, para los mismos de siempre”.
La canción de Serrat hace alusión a la crisis financiera mundial del 2008, pero bien pudiera aplicarse a la guerra de Ucrania, a la de Yemen, a la de Siria , la de Etiopía... y a la pandemia por el Covid.
Benito | Lunes, 21 de Marzo de 2022 a las 09:55:58 horas
"Se suceden tertulias, ya sean protagonizadas por personal cualificado, ya sean por sabelotodos, en las que se buscan causas, orígenes y hasta soluciones", Franco, tú estás metido en el grupo de los segundos.
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