La Madrugá nazarena que Rota espera con ansias tras dos años de pandemia sin poder ver a Nuestro Padre Jesús Nazareno y su Madre, María Santísima de la Amargura por las calles de Rota en Semana Santa, ha quedado en la noche de este sábado retratada en la exaltación que con la maestría que permite la experiencia, ha pronunciado el cofrade roteño Juan Antonio Liaño Pazos. 

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno sabía que confiando a este hombre de profundas convicciones religiosas, la tarea de anunciar una madrugada tan especial en el año, no se equivocaba y el acierto ha quedado patente tras el largo aplauso que el exaltador ha recibido tras terminar su oratoria con los presentes en pie.

Han sido algo más de 50 minutos de versos y prosa encadenada con un estilo muy propio que aquellos que alguna vez lo han escuchado en sus más de 55 pregones, pueden reconocer fácilmente porque Juan Antonio Liaño tiene una forma muy personal de expresar sus sentimientos cofrades más íntimos que suele llegar a quien lo escucha.  Anoche lo hizo desde una perspectiva muy roteña, como no podía ser de otra manera, y desde el corazón. Para empezar, tiraba de un sonido característico de la Madrugá, las trompetas de Jesús y las cajas chinas que suenan en el silencio de la noche anunciando una salida tan esperada.

Con esa primera levantá desde el interior de la capilla, ha ido haciendo un repaso por los momentos claves de una noche que los roteños viven con emoción, devoción, intensidad y tradición. Y es que si de algo está llena la madrugada del Viernes Santo, es de tradiciones: la túnica, la llegada a la iglesia, los preparativos, previos, la recogida, el color de Jesús al amanecer, la música en la calle y la búsqueda de muchos cofrades para un reencuentro ansiado.

La facilidad  del exaltador para encadenar versos y prosa hasta quedar sin aliento es llamativa y supone un arte del que puede presumir. En la noche de este sábado, en una exaltación que  el exaltador ha vivido como un sueño hecho realidad, ha intentado que no se le escapara el mensaje principal de fe que debe mover cada estación de penitencia en la calle. "Hay que mirar a Jesús con ojos verdaderos", decía, extendiendo su mensaje no solo a la noche más morada del año sino a los 365 días en los que el cofrade tiene que predicar con el ejemplo.

De nada vale cargar la cruz la madrugada de Viernes Santo si el resto del año no se ayuda a quien lo necesita. Ha sido un mensaje claro con el que Juan Antonio Liaño expresaba una devoción cofrade que, como decía su presentador Luis Alfonso Espinar, le viene de familia y casta. Palabras de cariño y respeto profundo se han intercambiado ambos amigos con muchas vivencias comunes, especialmente, las que les ha regalado la Madrugá nazarena en torno a la que han compartido desvelos y deseos. Cuando hablan de Jesús, con la mirada se entienden, decía Luis Alfonso Espinar, con lo que en una noche en la que el Señor de Rota era el protagonista, no hacía falta que se hablaran mucho más. A pesar de ello, los dos han dejado al descubierto una unión en la fe y en dos pasiones, la del Rocío y la del Nazareno, mostrándose encantados de compartir un momento especial como este. 

Juan Antonio Liaño ha hablado de un pueblo entregado a su Señor, de una Rota que busca consuelo en su mirada y de unos roteños que buscan misericordia en la madruga más interminable. En cada parte de su pregón se ha acordado de nazarenos de cuna, nombres propios que forman parte de la historia de esta hermandad y de quienes han entregado su vida a cuidar a sus titulares.  A todos dedicó un Padre Nuestro que Mónica Ordóñez y Fran Bernal se encargaron de interpretar.

El exaltador nombraba a quienes han sido y son pilares básicos en la familia morada, ha recordado a los "ángeles morados" que se fueron de esta vida llamados por el Señor de Rota para la eternidad y que fueron claves en tantos años de fe; ha tenido palabras para las camareras que cuidan los ropajes, carpinteros, camaristas, pertigueros, floristas y saeteros; ha referido las diferentes juntas de gobierno que rigen el destino de la hermandad, ha nombrado a esos hermanos mayores de tantos años que tiraron hacia adelante, y a los costaleros y capataces que son ojos y pies de Jesús y María en la calle; se ha acordado de pescadores y agricultores que antaño vivían la Madrugá como uno de los días más especiales del año y de quienes miran a Jesús  con ojos verdaderos. Ha señalado a los que buscan en la desesperanza su misericordia, a los niños que besan sus pies, a los novios que se casan ante su imagen y a los mayores que le acompañan. Y es que Rota es nazarena se mire por donde se mire.

Aunque Jesús Nazareno ha copado gran parte de su exaltación, no ha olvidado Juan Antonio Liaño a María Santísima de la Amargura, "reina de la Madrugá" y "la más grande soberana". Junto a ella, reconocía el exaltador, haber vivido instantes especiales, como otros tantos roteños que han buscado su consuelo.

Rota es nazarena todo el año y esta Madrugá solo será un instante más, igual pero diferente, en una Semana Santa anhelada en la que el Señor será el centro de las miradas. Un Nazareno al que el exaltador pidió en su última parte de la exaltación, protección para los roteños. A modo de oración, enlazó más de 50 peticiones sin descanso, por la guerra en Ucrania -a la que tuvo presente desde el inicio de su oratoria-, por las luchas injustas, por los egoísmos y los egos, por los pescadores y agricultores, por los enfermos , por los músicos, por los costaleros, por los penitentes, por los que creen en Él y por lo que no, por los capataces, por las mujeres, por los sacerdotes, la iglesia, el Papa y los obispos, por las monjas y las nuevas vocaciones y por los gobernantes que busquen la paz, pidió el exaltador, "Protege a Rota, Padre Jesús Nazareno".

Con un sonoro aplauso, concluía esta VIII Exaltación de la Madrugá donde los acordes musicales corrieron a cargo una vez más de la  banda de Nuestro Padre Jesús Nazareno que fue la que acompañó el descubrimiento del cartel anunciador de la Semana Santa 2022 que edita esta hermandad. Dado que no se ha podido convocar este año el concurso de fotografías habitual, cuya foto ganadora se elige como cartel, ha sido una obra de Óscar Torres y Juan Manuel Jurado, con la imagen de Jesús Nazareno cargando su cruz, la que anuncia una llegada tan esperada. Una imagen impresionante del Señor de Rota con su túnica morada bordada y un fondo de naturaleza. Los autores agradecían la confianza de la junta de gobierno y aseguraban que con solo mirar la imagen del Nazareno, era fácil descubrir lo que ambos han querido expresar.

El cartel lo descubrían el alcalde de Rota, Javier Ruiz, junto al hermano Mayor, Antonio Barba, y el párroco de la O, José Arjona Gil, donde se ha celebrado esta exaltación que es la cuenta atrás hacia una noche que se vive intensamente en la villa desde hace décadas.