La asociación "La Base Natural y Cultural (BNC) de Rota" ha querido aprovecha la aparición de restos humanos en una finca privada en la que se están llevando a cabo obras, para volver a reflexionar sobre la pérdida de patrimonio en la localidad a lo largo de los años.

Para ello, han pedido a una de sus socias, la roteña María Dolores Ruiz de Lacanal Ruiz-Mateos, profesora titular y doctora  en Bellas Artes y Patrimonio Cultural en la Universidad de Sevilla y Académica por Rota  de la Real Orden de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, la redacción de un artículo en el que viene a dejar constancia del pesar que le supone que nunca en Rota, o muy pocas veces, los políticos gobernantes han mostrado interés alguno por conservar el patrimonio local, asegurando que más bien, en todos estos años, lo que se ha venido haciendo ha sido expoliarlo y tratarlo con indiferencia.

El hallazgo de restos humanos en una finca privada de la calle Compás del Convento, donde se está realizando una obra, ha vuelto a traer a la memoria que en esa zona, en el siglo XVII había un convento junto al que se enterraron una serie de cuerpos que ahora han aparecido.

Para esta roteña, como ya ha hecho en otras ocasiones, el hallazgo ha supuesto una nueva oportunidad para poner sobre la mesa una crítica que lleva años abanderando.  Para su reflexión, ha escrito un texto que reproducimos íntegramente y que dice así:

“…..Se quejan de que  nadie, ni político, cronista o escritores, ni consejo sectorial del patrimonio o delegada de cultura hayan dado alguna noticia al respecto.

Independientemente que sea el momento de hacer un informe como académica,  y que siga investigando minuciosamente a través de los archivos la historia del convento mercedario y su expolio por los diferentes políticos que Rota ha tenido durante el siglo XX y aún en el siglo XXI, la aparición de restos humanos en Rota, me conmueve de nuevo, dejándome apenada, ya no por el patrimonio expoliado y perdido roteño, sino por la falta de sensibilidad hacia nuestros muertos.

Una vez más me planteo que Rota tiene derecho a su memoria y a su historia. A no ser convertida en la sombra de una base militar y una vez más defendemos que somos y hemos sido una base natural y cultural. Las obras que se están realizando en la calle Compás del Convento,  pone  de nuevo sobre la mesa, que Rota tiene derecho a la memoria y a conocer su verdadera historia.  No se trata de unos huesos más o menos, sino que percibimos una vez más la sistemática desaparición de los restos arqueológicos, la alteración de los lugares históricos, el expolio de las huellas de la historia.

Me refiero, a que se trata de un paso más en el rosario sistemático por el que han ido desapareciendo los cementerios o registros y huellas de los roteños que nos antecedieron.

Aunque algunos roteños dirían que estos restos han aparecido enfrente de la plaza de Abastos, y enfrente de la oficina de Turismo, desde un punto de vista histórico, lo cierto es que los restos humanos han aparecido en unos lugares muy significativos del conjunto histórico de Rota, concretamente en el terreno enfrente de las puerta donde estuvo la Ermita de la Veracruz y enfrente de donde estuvo la  puerta de la iglesia del Convento Mercedario.  Estamos, por tanto, ante los cementerios de la ermita (siglo XVII) y del convento (siglo XVII, XVIII, XIX hasta 1835).

Independientemente de que los arqueólogos irán añadiendo información con sus investigaciones, ya podemos indicar que se trata de restos arqueológicos que presumiblemente pueden documentar los cementerios del convento mercedario y aún antes, el cementerio de la Ermita de la Veracruz. Esta apreciación podría responder a algunas de las preguntas que nos hacemos:  ¿Por qué están allí precisamente ? ¿Quiénes  y cuándo fueron enterrados? Intentamos explicarnos o darnos una interpretación y un significado. Hoy estamos acostumbrados a la incineración y resulta sorprendente que unos restos humanos puedan aparecer en los cimientos de un edificio.  Vemos llegar a los arqueólogos y ellos hacen un trabajo escrupuloso de limpieza y después de investigación.

Las obras se están realizando en los dos frentes más importantes del antiguo convento mercedario y tenemos suficientes datos para pensar que nada se conservará de los restos arqueológicos encontrados, se silenciará una vez más la historia roteña y se perderá otra vez el respeto por sus muertos.  
    

Destruido el frente marítimo y el lateral que daba a la calle Méndez Nuñez, confiábamos en que los terrenos de la calle Compás del Convento fuesen conservados, pero no hemos llegado a tiempo. Aún no está aprobado el Plan Especial de Protección y ya el alcalde-arquitecto ha autorizado un rosario de obras, que pone en cuestionamiento la competencia y autoridad que no le ha sido otorgada todavía. Pero dejemos las leyes, los delitos contra el patrimonio y las responsabilidades  de las autoridades públicas para otro momento y vayamos directamente al sentimiento roteño.

Dicho esto, volvamos a los restos humanos encontrados, ahora sabiendo que estamos ante restos humanos de roteños que habitaron el pueblo, que vivieron en el pasado y que podrían aportar datos sobre la historia de Rota.

Me preguntan, ¿qué podemos hacer? Y yo contesto: nada.

Vamos a seguir limpiando Rota de sus muertos, como ha pasado otras veces y va a reinar un gran silencio.  Poco a poco Rota se va convirtiendo en la villa turística con la que sueñan los roteños, esa urbanización moderna próxima a una importante  base militar.

Recordemos que cuando se destruyó el cementerio antiguo, hoy parque "El Mayeto", las palabras del poeta roteño más célebre nos ponía el pelo de punta al expresar con dureza que eran solo  eso, simplemente deshechos y restos. Hoy sabemos que guardaba una información importante y que hubiéramos conocido mucho de nuestra historia si se hubiese conservado.

Cuando se hizo obra al lado de la Ermita de San Roque, apareció el antiguo cementerio. Sin embargo, la parcela anexa, que colindaba con el jardín del cine Royal, quedó transformado en una plaza sin referencias al pasado, sin memoria a nuestros muertos.  

El nombre mismo de la plaza, venía a confirmar que el alcalde de entonces, ya consideraba más importante ponerle el nombre de su cuñado a la plaza, que realmente recordar a los fallecidos, respetar unas palmeras antiguas o simplemente poner unas flores de recuerdo. Una vez más, se volvía a borrar la memoria de muchos de los muertos roteños.
    

También se borró la memoria del  cementerio antiguo de la calle Veracruz, nada quedó y si hubo restos óseos, también se perdieron.

Es por ello que vaticino que aunque hayan aparecido unos restos humanos en el Compás del Convento y que estos restos humanos sean del cementerio de la Ermita de la Veracruz y de la monjes mercedarios que habitaron en el pueblo, pronto, se borre la memoria, se trasladen a un almacén de algún museo, sin que apenas queden las palabras del poeta de Rota… El mismo que tomó el nombre de la calle del monje mercedario, y que hoy con otros poetas llenen de poesía, de calabazas y macetas el pueblo de Rota. Mientras, los mercedarios aún no encuentran la paz y el descanso eterno. No en Rota…”.

Con este escrito de María Dolores Ruiz de Lacanal, "La Base Natural y Cultural de Rota" quiere mostrar su preocupación por la conservación del patrimonio local.