Los comegambas
Veo con cierta estupefacción el papel de los sindicatos desde que Pedro Sánchez llegara al poder.
Han pasado cosas muy gordas. Hemos visto a médicos y enfermeros ataviados con bolsas de basura y gafas de bucear. Hemos asistido atónitos a ver cómo unos señores liberados sindicales en los hospitales, salvo honrosas excepciones, no han cogido la bata blanca en una situación de calamidad pública.
Luego ha venido una situación económica muy fastidiada, sectores enteros como la hostelería o el ocio nocturno han sido vapuleados. A veces se puede comprender alguna medida y otras, luego se ha visto claro, sin argumentos de peso.
No es que los trabajadores de este país hayan experimentado precisamente un plácido sueño en una cama de pétalos de rosas. ¿Y dónde estaban los sindicatos? Y dónde, especialmente los dos mayoritarios UGT y CC.OO.
Pues estaban comiendo gambas, cigalas y centollos.
Ya se ha sabido que en los presupuestos de progreso han destinado más dinero que nunca a renovar las sedes de UGT y CCOO. Con fondos europeos que no están para eso, pero a Sánchez no le va a decir nadie donde se gasta su dinero de él.
Estos dos, el Álvarez y el Sordo, no montan una huelga a Sánchez, pero ni locos. No reparten ni una pegatina contra el Gobierno.
Se ha hablado mucho de la reforma laboral. Yo soy de los que pienso que había que haber votado que sí porque no ha sido más que una actualización de la que hizo Rajoy en 2012. Tiene alguna medida que ya se verá si funciona sobre combatir la temporalidad, pero en términos generales se le puede dar una oportunidad y más si la patronal ha dicho que la acepta.
Esta misma reforma la presenta la derecha y le montan una semana de huelga molotov y queman media España. Por citar un ejemplo, el precio del despido lo han dejado igual, esto era inaceptable para los sindicatos en 2012 con Rajoy. Pero los comegambas son adictos al ácido úrico, necesitan chupar las cabezas de los moluscos y saborear el coral marino.
Por supuesto, las generalizaciones son indebidas y habrá buena gente en esos sindicatos que se lo curre y que defienda a los trabajadores y por eso, no voy a generalizar, voy a señalar: Unai Sordo: come gambas y Pepe Álvarez: chupa centollos.
Van a acabar con gota y dedos de pianista de tanto pelar cascaras.
Hay que untar a los sindicatos, a las aerolíneas venezolanas, poner en 83 idiomas cualquier monserga feministoide y enchufar a mil asesores porque son unos presupuestos de progreso.
Medidas modernas para avanzar.
¿Esto es el progreso?
Demagogia barata me parece a mí.
Javieres | Sábado, 26 de Febrero de 2022 a las 13:42:42 horas
El felón sindicalista, para tocarte los eggs estando liberado por un sindicato bien que no rajabas. Y hablar de sanidad con lo de Ayuso y las comisiones indecentes y tal vez hasta ilegales es para taparse felón. Y lo del Bonilla y el desmantelamiento de la sanidad y educación pública es para castigarte mirando a la pared. Sigues exponiendo tus limitaciones Neme!
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