Durante estos días, alumnos de Primaria de varios centros educativos de la localidad, están participando en una actividad que ya se puso en marcha en cursos anteriores y que sirve para concienciar sobre la necesidad de cumplir todas las normas cuando se conduce.

Bajo el título de "La multa de la vergüenza", acompañados de los Agentes Tutores, que son dos policías locales especializados que trabajan en coordinación con la delegación de Educación, los alumnos salen de su centro y  participan en un control de tráfico donde se verifica si los conductores cumplen con normas básicas de seguridad como llevar el cinturón puesto, el casco si se circula en moto, o elementos de retención infantil si van niños menores, entre otras.

Es el policía local el que va supervisando si se cumplen las normas y los alumnos van tomando nota de manera que, si el conductor cumple se le impone una pegatina de carita sonriente, o por el contrario, "la multa de la vergüenza" para que tome nota en el futuro y no cometa infracciones.

Esta actividad, está incluida dentro de la Oferta Educativa Municipal, y pretende enseñar a los más pequeños las normas de circulación de una forma divertida, pero además, que estos sean conscientes de las acciones que los adultos cuando van en coche, en bici o como peatones hacen mal y puedan corregirlas. Es una forma de concienciación sobre el cumplimiento de las normas de circulación.

Los Agentes Tutores tienen claro que el aprendizaje infantil comienza con la observación. Los niños ven lo que hacen sus padres, cómo se comportan, y aprenden esas mismas conductas, las adquieren en su repertorio y las repetirán en un futuro, por eso, es importante poner el foco en quien actúa mal para que los alumnos tomen conciencia y no repitan esos patrones.