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Carlos Roque Sánchez
Sábado, 29 de Enero de 2022

Los Torroja: Arte, aristocracia y ciencia (y 2)

[Img #159156]I Marqués de Torroja: Eduardo Torroja Miret (1899-1961), el abuelo de la artista, Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, profesor, constructor e investigador, por cuya relevancia profesional Francisco Franco le otorgó el marquesado de Torroja con carácter póstumo, el 1 de octubre de 1961, tres meses después de su fallecimiento. De ahí que su hijo José Antonio, al sucederle, se convirtiera en el II Marqués de Torroja, el primero vivo. En la carta de otorgamiento del título nobiliario reza: “La figura señera del Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos don Eduardo Torroja y Miret, autor de numerosas y valiosas obras científicas, que consagró su vida a la investigación, a la docencia y a la realización de importantísimas obras públicas en nuestras Patria, a la que entregó todas sus actividades y enalteció con su prestigio, le hacen merecedor de la gratitud nacional, al tiempo que su eminente figura me permite dar, en su apersona, una prueba de mi reconocimiento a la ciencia española”.

 

Y dentro de su ingente obra destacaré, perdone la preferencia sureña: el acueducto de Tempul sobre el río Guadalete (1925); la cimentación del Puente de Hierro de Sancti-Petri en San Fernando (1926); la cubierta del Mercado de Abastos de Algeciras (1935), conocido como Mercado Ingeniero Torroja; las gradas de San Fernando (1940) y el anteproyecto del Hangar de morro (1954), ambas en la Base Naval de Rota; las Bodegas González Byass en Jerez de la Frontera (1960). Ya ve, todas ellas obras ubicadas en localidades de la provincia de Cádiz.

 

Einstein y 'el mago del hormigón armado'. De la importancia académica y profesional de Eduardo Torroja nos da una idea el hecho de que, con tan solo 24 años, formara parte del reducido grupo de matemáticos, físicos, químicos, ingenieros, médicos y filósofos españoles que, en 1923, acompañaron a Albert Einstein durante su visita a España. El ya “nobelizado” y genial físico germano-estadounidense llegaba procedente de Japón y Palestina, inmerso en su “triunfal paseo relativista” por medio mundo. Un acontecimiento de enorme importancia científica y social como lo prueba que fuera recibido en Madrid por el rey Alfonso XIII y acompañado de personajes como: Ramón y Cajal, Esteban Terradas, Blas Cabrera, Julio Palacios Martínez, Julio Rey Pastor, Eduardo Torroja Miret, Leonardo Torres Quevedo, Manuel García Morente u Ortega y Gasset.

 

Por otro lado, Eduardo Torroja, pionero en el desarrollo del hormigón armado y sus aplicaciones técnicas, fue también el mayor innovador mundial de su tiempo. No solo revolucionó la industria de la construcción en la primera mitad del siglo XX, sino que en la actualidad sus planteamientos y desarrollos siguen siendo motivo de estudio. No olvidemos que era conocido como 'el mago del hormigón armado', un reconocimiento profesional y popular, no tan aristocrático como el del marquesado, pero no por ello de menor prestigio y que además le viene de más antiguo.

 

Una familia de científicos. De más antiguo le digo, porque la relación de los Torroja con la nobleza es mucho más reciente que su vínculo con el mundo de la ciencia que, precisamente, les posibilitó la adquisición del marquesado. No es un hecho conocido por el gran público, pero estamos ante una distinguida saga de científicos que, de alguna forma, han marcado la historia de nuestro país. Una familia de gran tradición en ciencias que, para los intereses de esta ‘Opinión’, arranca con el tatarabuelo de la artista, Eduardo Torroja, catedrático de Instituto de Geografía e Historia y padre de Eduardo Torroja Caballé (1847-1918), arquitecto y matemático universal reconocido como “el más grande de nuestros matemáticos del siglo XIX”. Impulsor junto a José Echegaray y Zoel García de Galdeano del proceso de renovación de la matemática española a finales del siglo XIX, destacó como geómetra al difundir la geometría proyectiva del alemán Karl Von Staudt, también noble y, lo que no es menos importante, discípulo en Gotinga nada menos que de Carl Friedrich Gauss, sí el “príncipe de los matemáticos”.

 

Del matrimonio del bisabuelo paterno de la cantante con María Mercedes Miret nacieron, además de Eduardo el I marqués de Torroja, otros tres hijos también científicos: José María, ingeniero de Caminos, astrónomo y topógrafo; Antonio, ingeniero de Minas y doctor en Matemáticas; y Juan, doctor en Física que trabajó con Leonardo Torres Quevedo. Por cierto, el abuelo paterno de Ana tuvo cuatro hijos, por este orden: Carmen, Mercedes, José Antonio y Eduardo, aunque fue José Antonio quien heredó el título, ya sabe, inconveniencias de la nobiliaria cuestión sucesoria del siglo pasado que ya no tiene su hija en el actual. Ah, que no se me olvide, Ana tiene un hermano, Yago, que es profesor universitario de electrónica. De casta le viene al galgo...

 

CONTACTO: [email protected]

FUENTE: Enroque de ciencia

 

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