DE CHISTE

 
  
Dicen que el humor tiene nacionalidades. Se habla del humor inglés, del humor latino, del humor,…Bueno, nunca he oído hablar del humor ruso, aunque supongo que lo habrá. Dentro de este país nuestro, el humor también tiene diferentes matices según el lugar de residencia. No hace la misma gracia determinadas actuaciones según se nazca en la España húmeda o en la España seca.

De todas formas, el humor es una de las “cosas” sanas y buenas que el ser humano tiene en común. No utiliza un lenguaje universal, como la música, pero reírse (dicen los expertos) es sano y síntoma de felicidad.

Ahí tenemos a Cádiz, capital europea del paro, pero cuyo eslogan ondea a los cuatro vientos de la avenida de entrada: Cádiz, la ciudad que sonríe. Aquí debió nacer el creador del dicho “a mal tiempo, buena cara”. El optimismo con el que el  gaditano afronta las adversidades demuestra que “lo del mal tiempo” no es circunstancial, sino que se haya instalado en esta bendita tierra desde siempre. Llevamos toda la vida mariscando “duros antiguos” al compás de un tanguillo.
No sé si es una forma de afrontar los múltiples problemas que nos va apareciendo, si es el clima, si son los genes que algún fenicio “cachondo” nos dejó en herencia,…Qué sé yo. El caso es que convertimos las situaciones más insospechadas en un chiste.

Y, hablando de chistes, el otro día tuve ocasión de  oír uno en boca de un gaditano de pura cepa. Contaba el hombre que en un ayuntamiento de un pueblo de cuyo nombre no conseguía acordarse, el alcalde editó un bando ofertando el pintado de la Casa Consistorial. La primera oferta llega de manos de un marroquí, que oferta pintar el Ayuntamiento por 300 mil euros, desglosado en tres partes: cien mil euros para pinturas, cien mil euros para brochas y cien mil euros para él. La segunda oferta es de un portugués, y asciende a 600 mil euros, que se reparte de la siguiente forma: 200 mil euros para pintura, 200 euros para brochas y 200 mil euros para él. La tercera oferta, cuya nacionalidad no mencionamos para evitar herir sensibilidades, ofrece pintar el Ayuntamiento por 900 mil euros. El individuo, dirigiéndose al Sr. Alcalde, divide la cuantía de la siguiente forma: 300 mil “pa” él, 300 mil “pa” el Sr. Alcalde, y 300 mil “pa” que lo pinte el marroquí.
Nunca se supo que oferta fue la seleccionada.

De chiste les pareció a los representantes de Democracia Real Ya el contenido del primer Pleno Extraordinario. Los veintiún puntos de que constaba el Pleno se despacharon en menos de un cuarto de hora. Los nombramientos de los representantes municipales en los distintos organismos sólo lo conocíamos los concejales.
Los medios de comunicación, difícilmente, podían redactar una nota de prensa con algo de contenido.

A chiste suena también la palabra austeridad cuando los ciudadanos que se las ven y se las desean para llegar a fin de mes, se enteran de las asignaciones de algunos políticos “de alcurnia” a los que se les llena la boca con el vocablo austeridad. De hecho, es la palabra que más veces repiten los políticos, últimamente, por minuto en una conversación. El dato está obtenido de la Real Academia de la Lengua. Que usted, querido lector, crea o no que esto es un chiste, no depende de nadie. Entre en Internet y compruebe que es totalmente cierto. Marque “austeridadesenbocadelospolíticos.com” y verán que lo que les digo puede ser cierto.

Tal vez, el contenido de este artículo pueda ser analizado muy superficialmente y no encuentren el verdadero mensaje. No se preocupen. Sólo recuerden que reírse es una de las cosas más serias de esta vida.
Salud.


                                                                                                 ANTONIO FRANCO GARCÍA