‘Yo no soy Madame Bovary’
Antecedentes. En más de una ocasión le he manifestado que no es poco el porcentaje que esta mi Opinión de cada semana le debe a usted, a las aportaciones que tiene a bien comunicarme de vez en cuando, sea a través de los comentarios dirigidos al periódico, al blog Enroque de Ciencia o a mi particular correo electrónico. Por todas le doy las gracias, incluida la de hoy que, mire usted por donde, es una de ellas. Le pongo en antecedentes. Relacionada con la primera entrada del pasado mes de noviembre, un atento y avisado lector me escribÃa: ‘…tenÃa entendido que la cita era Yo no soy Madame Bovary…’, refiriéndose al titular de la misma, la flaubertiana y apócrifa cita Madame Bovary soy yo ¿Qué me dice? ¿No le parece extraordinario el doble giro asertivo de la nueva cita?, una que, de ser cierta, nos obligarÃa a plantearnos algún que otro interrogante, ¿cuál es su origen? ¿quién su autor? Bueno, pues marchando una pirandelliana, ya sabe, Seis personajes en busca de autor, la afamada obra del italiano estrenada en 1921, si bien no fue publicada en texto hasta 1925. Lo misma búsqueda solo que en este caso son preguntas en busca de respuestas. Estas cosas pasan.
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I Am Not Madame Bovary (2016). La pelÃcula. Es el referente más próximo en el tiempo que he encontrado de la cita y es cinematográfico, pues resulta ser la traducción libre del tÃtulo chino del largometraje Wo bu shi Pan Jinlian dirigida por Feng Xiaogang (1958). Con una sustitución, probablemente para favorecer su difusión comercial a nivel internacional, del desconocido nombre de Pan Jinlian por el del afamado y reconocible personaje flaubertiano. Y bajo la que subyace, supuestamente, la idea de que el famoso personaje de Gustave Flaubert, tiene las mismas connotaciones de mujer promiscua para el público occidental, que Pan Jinlian lo tiene para el público chino. Toda una falacia, pues en realidad el argumento de ésta no se corresponde ni con el de la excelente novela Madame Bovary, ni con las inquietudes de su protagonista, Emma. Para que se haga una idea se lo cuento de forma resumida. La pelÃcula arranca con una mujer, Li Xuelian, quien en complot con su marido Qin Yuhe, monta un falso divorcio a fin de obtener la concesión de un segundo apartamento para, una vez obtenido, volver a contraer matrimonio y asà mejorar sus vidas. Estas cosas pasan también.
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O al menos esa era su idea porque la del marido, o exmarido como prefiera, era otra ya que en el Ãnterin aprovechó su nuevo estado civil de divorciado para contraer matrimonio con otra joven. Es entonces cuando Li, despechada, acude a la justicia para que declare nulo su falso divorcio, alegando el acuerdo de mejora inmobiliaria de la pareja, a fin de poderse divorciar de él ahora de manera legÃtima. Una paradoja judicial a poco que se piense, ella ya está divorciada de él. Además, Qin, no solo niega haber llegado a tal acuerdo. sino que, para hacerse la vÃctima, la acusa de haber dormido con otros hombres, de ser una Pan Jinlian. Tras recurrir al juzgado sin éxito, Li se embarca en un absurdo viaje de diez años para restaurar su reputación y en el que, incluso, intenta contratar a sus amigos como asesinos para matar a su exmarido. Y hasta aquà llego, que no le quiero destripar el argumento, si bien pongo negro sobre blanco unas dudas. Si la protagonista se llama Li Xuelian, ¿por qué en el tÃtulo aparece Pan Jinlian? ¿Quién es? ¿Por qué Li es acusada de ser una Pan? Ya ve, seguimos en la senda pirandelliana.
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I Did Not Kill My Husband (2012). La novela. O Yo no maté a mi marido, escrita por Liu Zhenyun (1958) y en la que se basa la pelÃcula de Xiaogang, aunque en realidad la historia es mucho más antigua al estar inspirada en un cuento de la literatura china del siglo XVII. Uno en el que una ficticia esposa infiel, Pan Jinlian, conspira con su amante para matar a su marido. Este parece ser el origen del nombre Pan Jinlian, que desde el siglo XVII ha sido utilizado en China para descalificar a las mujeres malevas, a las malas esposas. Una especie de eufemismo de mujer ligera de cascos, de adúltera, vamos, de Madame Bovary. Se trata de una antigua leyenda china que se explica gráficamente al inicio de la pelÃcula, por lo que no llego a entender la necesidad del cambio de nombre del titular cinematográfico. Pero como siempre le digo, qué sabré yo. De ahà que vuelva a mi opinión sobre la mayorÃa de las citas, ya la conoce: no creo que sean ciertas, no, no lo creo, es asÃ. Llámeme descreÃdo, que no sólo lo entenderé, sino que lo comprenderé, mas es lo que pienso y creo. Entiéndame usted también, aunque no olvide que soy poco de fiar. Estas cosas también pasan.
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FUENTE: Enroque de ciencia
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