Tonto es el que dice tonterías
Recuerdo al viejo profesor Gordillo en el aula uno, con su simple presencia provocaba un silencio sepulcral de los cientos de estudiantes e incluso profesores que asistían a aquellas clases magistrales. Tan sólo con su atril y media cuartilla en un sobre. A mí me gusta torear sin burladero, decía. Con el dominio absoluto de la asignatura y las pausas estudiadas. Aquí una frase en latín, ahora una anécdota, un caso real de tribunales y me esnifo un poco de rapé.
Aún recuerdo algunas de sus enseñanzas y eso que mi memoria ya no es la misma.
Él se exigía al máximo en las clases y exigía al máximo en los exámenes. Avisaba por ejemplo que, de citar algún principio de derecho en latín, el hecho de utilizar dativo en vez de acusativo, ya suponía un suspenso.
No sé qué habrá sido de Don Antonio Gordillo, magnífico catedrático de derecho civil, espero que siga en forma y desde aquí me quito, virtualmente, el sombrero.
Empiezo por aquí porque el otro día leyendo el BOE comprobé con pavor que están usando el lenguaje inclusivo en los textos legales.
Hasta ahora teníamos que aguantar al político de turno desdoblar el lenguaje. A mí me resulta muy insufrible y creo que es darle patadas al diccionario, pero cada uno es libre de hablar como quiera y, si le apetece, ponerse un chándal con calcetines blancos y tacones, ahora bien, contaminar el BOE me parece repulsivo.
Esto es un caso verídico de Real Decreto del Ministerio de industria:
Las referencias que en el texto (…) deben entenderse hechas a instalador o instaladora, reparador o reparadora, conservador o conservadora, un técnico o una técnica, las personas socias, la o él fabricante, operador u operadora de grúa, el médico o la médica, etcétera.
Me retrotraigo a mis años de estudiante y me imagino citando el código civil, pero con esta matraca inclusiva y me imagino la furia del gran profesor Gordillo si le dijera:
-El término, se presume establecido en beneficio de acreedor y acreedora y deudor y deudora, a no ser que el tenor de aquellas u otras circunstancias resultara haberse puesto en favor del uno, una o del otro, otra-
Afortunadamente no han tocado el código civil, de momento.
Como no puede ser más ridículo y yo creo que hasta ellos mismos se dan cuenta de que todo tiene un límite, han evolucionado y ahora buscan conceptos generales. Es como aquel juego infantil en el que no se podían decir determinadas palabras (Ni sí ni no ni bien ni mal) pero la regla del juego es que no se puede utilizar nada en masculino porque si no eres un facha, machista de la peor especie.
En el texto de reforma laboral tan cacareado por el Gobierno se observan auténticos juegos de prestidigitador para no usar palabras como trabajador o empresario. Se habla de personas trabajadoras, personas socias, personas contratadas, personas empresarias….
Ya esta gente que habla así todo el día es que me cae mal. No lo puedo evitar. Me resultan cargantes y falsos.
Cuentan que llamó a la puerta de Winston Churchill un señor y pidió al mayordomo hablar con él, insistiendo que era amigo suyo.
Cuando el mayordomo explico el asunto a Sir Winston, este replicó:
- ¿Cómo va vestido?
-Con un traje marrón, Milord
-Entonces no es amigo mío.
Pues mutatis mutandi pienso lo mismo de la memez del lenguaje inclusivo.












Jaime | Jueves, 03 de Marzo de 2022 a las 09:18:30 horas
Si señor, los tiempos cambian y se quiere impone la estupidez en el lenguaje, pero afortunadamente solo se utiliza este leguaje "inclusivo" en el àmbito polìtico. El lenguaje finalmente lo impone la calle donde los hablantes expresan sus pensamientos de la forma mas natural y sin derroches de palabrería innecesarios. Disculpa Roberto si he cometido alguna falta de ortografìa o me he comido alguna tilde; Que alguien cometa faltas por error, despiste o ignorancia si se puede perdonar, pero no si es por estupidez.
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