La imposibilidad de que la lluvia venga bien a todos
Guste más, guste menos, es un hecho innegable que el Gobierno ha conseguido poner de acuerdo a todas las partes, sindicatos y patronal, (dentro de las líneas rojas que la Unión Europea impone para poder acceder a las ayudas “pro covid”) para la modificación de la Reforma Laboral.
Que las modificaciones establecidas no gustan a todos también es una realidad. Ni el Partido Popular, ni Vox, ni algunos partidos de izquierda, están conformes con el acuerdo alcanzado.
La negativa del PP se escapa a todo razonamiento. ¿Qué quiere el PP, seguir apostando por los contratos precarios, por los convenios colectivos encorsetados y al albur del empresariado de turno? ¿Qué no le gusta de ese acuerdo? ¿Tal vez no le agrada que se haya producido a través de un consenso? Hay que recordar que el PP de Mariano Rajoy aprobó su Reforma Laboral merced a la mayoría absoluta de que gozaba. Solo la patronal vio con buenos ojos dicha reforma. Y, además, lo hizo por Decreto Ley. En cambio, la Comisión Europea, presidida por el PP europeo, ha aplaudido el acuerdo alcanzado por el Gobierno español con los agentes sociales para la modificación de la Reforma Laboral. Creo que a Pablo Casado le ha mosqueado que se hayan puesto de acuerdo sindicatos y CEOE. Se trata, más bien, de una cuestión de celos. ¡Qué le ha dado coraje al chiquillo!
En las modificaciones consensuadas no parece que la patronal vaya a sufrir ninguna merma económica. Sin embargo, UGT y CCOO se han conformado con que los convenios colectivos sean por sectores económicos (tal y como estaba antes de la Reforma Laboral del PP) y que la concatenación de contratos laborales se conviertan en indefinidos. Esta última premisa es condición de la Unión Europea que considera, con razón, que la precariedad laboral en España es alarmante.
A los partidos de la izquierda que no forman parte del Gobierno tampoco les ha gustado el acuerdo. Les ha parecido “muy blando”. “Si para la patronal no es lesivo, es que no se trata de un buen acuerdo”, pensarán. Según el parecer de estos lo ideal hubiese sido decretar una reforma laboral sin tener en cuenta los intereses del empresariado, aunque ello provoque una situación un tanto caótica que no beneficiaría a la mayoría de la clase trabajadora. Ya saben, los fondos europeos de recuperación no llegarían. Además, las cifras del paro se dispararían por razones obvias. Ya se sabe que la insatisfacción es un postulado histórico de la izquierda. Pues eso.
En las condiciones de pandemia que estamos sufriendo es complicado contentar a todos. Aplicar el refrán “nunca llueve a gusto de todos”, viene como anillo al dedo en este caso.
Una de las cuestiones más destacadas es la eliminación temporal de los convenios laborales. Mientras que en la Reforma Laboral del PP, el periodo máximo de mantenimiento de un convenio era de un año, con la nueva reforma esto desaparece y la vigencia del convenio se mantiene durante todo el tiempo que dure las negociaciones. Así, los trabajadores de la empresa Louis Berger, con esta modificación, hubiesen seguido manteniendo su convenio laboral hasta negociar uno nuevo. De igual modo, los trabajadores de las empresas auxiliares del sector naval, se hubiesen ahorrado las protestas. Las empresas subcontratistas tendrán que acogerse al convenio laboral del sector, por lo que no podrán rebajar los salarios como hacen actualmente para competir entre ellas a la hora de acceder a un subcontrato.
Para reforzar el mantenimiento del empleo, se ha consensuado el llamado Mecanismo Red. Aquellas empresas que soliciten medidas de reducción de jornada y suspensión de contratos de trabajo por cuestiones sobrevenidas tendrán que presentar un “plan de recualificación”. Por acuerdo entre las partes, dichas empresas se beneficiaran de exenciones en la Seguridad Social, mientras que los trabajadores afectados recibirán unas prestaciones durante la suspensión de su contrato.
No es que sea una Reforma Laboral “revolucionaria”, pero es mejor que la anterior. Y, los más importante, alcanzada por consenso. Qué la derecha se oponga a ella es un síntoma. Vamos, digo yo.
LA PRIMERA A LA DERECHA | Martes, 11 de Enero de 2022 a las 19:58:04 horas
Se te ha olvidado nombrar también a esos partidos de la izquierda que se oponen a la Reforma Laboral. No importa te lo recuerdo yo: BILDU Y ERC.
De nada
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