Con asiduidad visito la plaza y calle de Clara Campoamor, aledaña a la avenida de la Marina. Como muchos sabrán, esta mujer durante el periodo de  las Cortes  Constituyentes de 1931 formó parte del equipo que elaboró el proyecto de la Constitución de la nueva República integrada por veintiún diputados. En dicho organismo luchó por establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado "voto femenino".

Por estos hechos, como en muchos sitios, en Rota se le dedicó este espacio. Espacio que se encuentra muy abandonado, donde la suciedad y el cuidado de las plantas y arboles existentes dejan mucho que desear. Donde los bancos, escondidos, son utilizados por los adolescentes que hacen pellas (rabona se decía antes) y beben esos líquidos excitantes que tan de moda se han puesto entre ellos, y fuman sus porros y llenan todo de basura y orines.

Ya en julio pasado, envié el siguiente escrito a la Concejalía de Medio Ambiente en el que decía:

"Recientemente se realizó la poda de palmeras por todo el recorrido de la avenida  de la Marina. La verdad es que quedó muy bien, pues ya las necesitaba. Estando descansando en la plazuela de la calle Clara Campoamor, tuve la ocasión de escuchar las quejas de la palmera que allí se encuentra. Con gran pena y compungida, decía:

¿Qué he hecho yo, para que no se acuerden de mí? Cuando estaban podando a mis hermanas de la avenida veía pasar las grúas con lo podadores, por enfrente y me decía:

- Ya seguro que me toca a mí mañana.

Pero al día siguiente, los veía que se ponían por el otro lado, y pensé:

 - Seguro que esperan terminar ahí, para venir a podarme a mí.

Sin embargo, pasaron un día y otro y nadie apareció ni tan siquiera para mirarme, como si no existiera.
¿Cuánto tiempo tardará para que después de todos estos casi cinco años, me limpien todas mis ramas secas y las deposiciones de los pájaros, que tanto me molesta?.

Por favor, den el aviso correspondiente, pues al abandono de esta plazoleta, se une el mal estado de sus plantas ornamentales".

La contestación fue, de que este asunto correspondía a la Delegación de Parques y Jardines, pero a día de hoy, todo sigue igual.

En reciente conversación con el concejal delegado, Jesús López Verano, le recordé el escrito, así como la importancia de convertir dicha plaza en un lugar acogedor, cambiando la iluminación y otro mobiliario. Dándose la coincidencia de que en la misma dirección se halla la delegación de Igualdad y Centro de la Mujer, es de extrañar que nadie de la misma se haya sentido concernida con la situación de este entorno, que tanto les debería sensibilizar.

Francisco Cotro Abad