La iglesia de la O celebrará la Misa del Maremoto que recuerda la catástrofe de 1755
Como cada 1 de noviembre, coincidiendo con el día de Todos los Santos, la parroquia de Nuestra Señora de la O acogerá a las 8.30 de la mañana la celebración de la "Misa del Maremoto". Una eucaristía de acción de gracias que se celebra en la localidad en recuerdo del Maremoto de Lisboa en 1755, que pese a dejar miles de víctimas mortales en toda la Península Ibérica, incluida poblaciones cercanas a Rota, en la localidad roteña no murió nadie según cuenta la historia.
Desde entonces y pese a haberse interrumpido durante algunos años, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno tomó el testigo para que la celebración de esta misa no se perdiera.
El Maremoto de Lisboa de 1755 fue uno de los más destructivos causando daños en todo el país dejándose notar con intensidad en la costa onubense y gaditana con el fallecimiento de miles de personas. Tuvo su epicentro en pleno Océano Atlántico, en la falla Azores-Gibraltar, y duró 2 minutos. Solo en Lisboa murieron alrededor de 10.000 personas; en Sevilla la mayoría de las casas de la capital hispalense se vieron dañadas; en la capital gaditana la ola rompió las murallas y produjo serios daños en el muelle. El terremoto se sintió igualmente en lugares de la costa de Cádiz como Conil, Sanlúcar, El Puerto de Santa María, San Fernando y Chipiona.
En Rota también se hicieron notar los efectos del cataclismo. Según crónicas de aquella época, a las once menos cuarto de la mañana se produjo un temblor de tierra con una duración de nueve a diez minutos ininterrumpidamente, cuyas vibraciones produjo considerables daños en los edificios de la villa y muchos roteños abandonaron sus casas, saliendo a las calles, e incluso los sacerdotes que se hallaban celebrando misa abandonaron el altar.
No se había la población recuperado del gran susto cuando el mar se retiró alrededor de cuatro kilómetros hacia Cádiz, volviendo violentamente hacia la población, lo que provocó la destrucción del antiguo muelle alcanzando molinos y tahonas que existían por los alrededores. El agua entró por el arco del muelle e inundó la plaza de la iglesia de la O, entrando en el interior del templo, viéndose afectados el altar mayor y capillas, especialmente la de la patrona, Nuestra Señora del Rosario. También el mar anegó toda la zona próxima a la capilla de San Roque, que también se anegó a pesar de distar más de 300 metros de la playa al igual que las casas que estaban próximas al mar.
Como era día de precepto, el terremoto sorprendió a muchos roteños en el interior de la parroquia de la O, que rezando, sacaron a la puerta por la que ya entraba el agua del mar, el estandarte de la Virgen del Rosario, que todavía estaba expuesto en el altar con motivo de los rosarios de la aurora del mes de octubre. Una vez repuestos del susto, el párroco, don Lorenzo José de Lara, junto con los fieles que se iban acercando a la parroquia rezaron una salve a la Virgen del Rosario y celebrándose un Te Deum en acción de gracias al Señor, ya que en Rota no hubo víctimas mortales.
Desde el año siguiente D. Francisco Ponce de León Spínola de la Cerda, décimo Duque de Arcos, costeó una función religiosa solemne en el altar del Nazareno en acción de gracias por haberse visto libre la villa de desgracias personales, y al fallecer dicho Duque, en 1763, siguió cada año dando el estipendio de la misa solemne su hermano D. Antonio, undécimo Duque de Arcos, hasta que murió diecisiete años después. Dicha costumbre, que fue interrumpida en algunas ocasiones, la continuó la Hermandad de Humildad y Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que en aquella fecha radicaba en el Convento de Padres Mercedarios. Esta misa se acostumbró a celebrar hasta que durante los años 20 del siglo pasado se dejó de realizar retomándose de nuevo esa costumbre en la capilla de Jesús Nazareno de la parroquia de Nuestra Señora de la O, donde a las ocho y media de la mañana se celebra la eucaristía y que por los roteños es conocida por la "Misa del Maremoto".
Este año, estará oficiada por el cura párroco D. José Arjona Gil.































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