Si hay una constante en este Gobierno es tirarse en plancha para conseguir la foto de portada. Nada más llegar lo hicieron con el “Aquarius”, ese barco cargado de inmigrantes que Italia no dejaba atracar y Sánchez, toda bondad, trajo a nuestras costas.

Claro está, luego la cosa no acabó ahí, vinieron otros barcos con más inmigrantes, el Open Arms, Viking Sea, etc., pero ya la foto estaba hecha y ya no interesa tanto, ni es razón de otra portada. Por eso, paso la pelota a la UE o a una comisión parlamentaria que estudie el caso que es lo mismo que tirarlo al pozo del olvido.
Otra constante es que son gafes hasta decir basta: Covid, Filomena y ahora volcán. Solo superados por Isabel Pantoja, yo creo.

Pedro ha corrido a la Palma para hacerse la foto con cara circunspecta y con sus habituales frases:  no dejamos a nadie atrás y haremos todo lo necesario para restañar los daños que ha sufrido esta buena gente.
Harían bien los palmeros en pedir que los fondos lleguen a las familias de afectados con inmediatez porque luego, ya se sabe, te sale la flamenca gubernamental de turno y dice que eso lo dijo Sánchez y no el presidente del Gobierno. Una vez hecha la foto se olvida lo prometido.

Va a sacar la calculadora electoral y si le da más réditos financiar embajadas catalanas o un estadio olímpico en Mondragón, va a pasar de la lava del volcán y se los va a pasar por los piroplastos. Es más, en la fajana ganada al mar se inventa un chiringuito o una casa del pueblo.

El otro día escuché una entrevista a Iñigo Errejón (en ocasiones soy masoquista) y entre las típicas monsergas de “que viene la derecha y que viene Hitler” dijo algo que me pareció muy razonable y es que hay un periodo electoral y un periodo en el que hay que gobernar y ayudar a la gente.

La campaña electoral debería durar quince días, si me apuran un mes máximo. El que resulte elegido debería durante los otros tres años largos dedicarse a mejorar la cosa pública que hay mucho que hacer.

Pero esto no son más que un catálogo de buenas intenciones, lo cierto es que al final la campaña electoral nunca acaba. Siempre se están sacando los tuétanos y se busca la foto de portada, el cortoplacismo.

A veces me preguntan por qué me cae tan mal Sánchez. Por decir solo una cosa, es que se alía con separatistas que detestan a España y a los charnegos. Que dicen que España cometió genocidio en América y que nos insultan un día sí, otro también y el de en medio. A esos “amiguetes” los riega con el dinero de todos los españoles. Carece de escrúpulos. Una vez que ha ocupado el sillón, usa todo y a todos en su propio y exclusivo beneficio.

Recientemente ha dimitido el canciller austriaco por amañar encuestas a favor de su partido. ¿Les suena familiar?

Tezanos está investigado por un presunto delito de malversación de caudales. Puede que se libre con la ayuda de la fiscalía y con ayuda de la abogacía del estado (ejemplo de uso todos y a todo en mi favor). Puede que no vaya ni a juicio por tecnicismos. Pero ante datos no hay argumentos; con dinero público, todas las encuestas que publica el CIS desde hace tres años dan mejores resultados electorales al PSOE de los reales.
A mí no me parece que sea por casualidad.