Me gustaría irme al gitano de Cádiz y pedirme un bogavante gordo, unas cigalas de tronco, langostinos, quisquillas y ostras. La cuenta iba a ser de otra galaxia, pero como hoy en día existen tarjetas de crédito, lo cargo a la Visa y que me quiten lo bailao.

Me gustaría ir al gitano de Cádiz (por cierto, no sé si sigue abierto) pero no voy porque sé que la factura de la Visa en un mes y medio va a llegar y no me puedo permitir ese lujo. Si no la pago me van a meter unos recargos y unos intereses del copón y ya pensando en eso, como que no tengo tanta apetencia de marisco.

Esto que lo entiende todo el mundo cuando se trata de una factura de mil euros, no lo entiende mucho votante si son mil millones.

Resulta que en los presupuestos de este año hay récord de gasto. Y lo dicen muy ufanos.

Más dinero para pensiones, para subir sueldos de funcionarios e incluso un bono joven para que el personal se independice.

Solo es un proyecto de presupuestos, porque luego van a venir los de siempre con el cazo y me refiero a catalanes y vascos que no van a dar sus (necesarios) votos gratis. Habrá películas en catalán, aeropuertos guays y un euskal pelota arena.

Como vienen fondos europeos me los quemo. Ya vendrán luego otros gobiernos con los recortes y ya saldremos a la calle a decir que son unos fachas.

Este es Sánchez.

La otra cara del asunto es el tema fiscal.

Ahora se habla mucho de la factura de la luz que es un escandalazo y pagas veinte cosas que no son luz de rondón.

Lo mismo se podría decir de la gasolina por más que estemos acostumbrados, de cada euro y medio de gasolina, 40 céntimos en verdad es la gasolina lo demás son poyaques.

Van a poner un impuesto mínimo a las sociedades. Que buenos y progresistas son. ¿Y si se van estas sociedades a otro país con mejores condiciones fiscales? Lo digo porque eso se contempla a la hora de instalarse en un sitio o en otro. Antes se hacían las camisetas en España, pero mire la etiqueta de la que lleva usted puesta ahora, pondrá que está hecha en la India o en Bangladesh. Y con estos países no vamos ni queremos competir, pero con Irlanda, por citar un ejemplo, sí y nos puede hacer un siete con esas medidas fiscales.

En fin, recetas económicas que no funcionan y demagogia barata.

La pandemia ha supuesto un incremento del gasto sanitario y de medidas de choque para salvar empresas y en eso deberían dedicarse los fondos europeos no para que Sánchez se vaya al Gitano de Cádiz.