Hay ganas de tener pasos en la calle, de volver a la normalidad y aunque todavía queda un poco para eso, la salida de Nuestra Señora de la Merced en el día de su festividad, ha movido a muchos roteños que han querido salir para acompañarla como cada 24 de septiembre.

Poco antes de las ocho de la tarde se abrían las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la O para dejar paso al cortejo que durante su recorrido ha acompañado a la virgen mercedaria para el rezo del rosario vespertino. Devotos de la Agrupación Parroquial de Nuestra Señora de la Merced, representantes de algunas hermandades de penitencia y gloria de la villa y fieles en general, han compuesto una comitiva que ha recorrido algunas calles del casco histórico.

La virgen de la Merced lucía espléndida, vestida por Manuel Barrera Aguilera, de blanco como es habitual con un traje de damasco bordado en aplicación de plata, manto brocado en plata y con la ráfaga que nunca antes había sacado a la calle. Además, estrenaba mantilla de color beige donada por un devoto de la agrupación parroquial

A lo largo del recorrido se ha ido rezando el santo rosario de la mano del cura párroco José Arjona Gil y José Granados,  por calles por donde los fieles la han esperado para verla en este día de la Merced que aunque ha tenido el cielo encapotado por momentos, se ha desarrollado finalmente con muy buenas temperaturas.

Un  grupo de mujeres guiadas por el capataz Manuel García que se han turnado con algunos hombres, han guiado a la virgen en esta salida en la que se han rezado los misterios del santo rosario. No ha sido una salida procesional, no iba acompañada de música, pero sí de muchos fieles que le han profesado así su fervor.

Puntos emblemáticos como la salida en la plaza Bartolomé Pérez, plaza de Andalucía, plaza de España o en la recogida que ha sido en torno a las nueve de la noche, han estado concurridos de público. Hay ganas de  recuperar la normalidad y hoy esta estampa acerca un poco más a ella.