MANUEL BUENO PÉREZ

   
 
  

“La cooperación es la convicción plena de que nadie puede llegar a la meta si no llegan todos”.  Frases entrelazadas llenas de emotividad  que nos hacen albergar esperanzas de un mañana mejor donde la aportación y ayuda de todos nos harán un mundo en positivo.
 
La peña cultura cadista "El Camaleón"  tuvo entre sus elegidos para la quema de San Juan a un exponente roteño  digno del mejor de los elogios, Manuel Bueno Pérez.

Nació en plena época  estival el día 6 de julio del año 1954 en la localidad gaditana de Bornos fruto del matrimonio entre Curro y Anita. Años más tarde, toda la familia al completo se traslada a vivir a nuestra población residiendo en sus comienzos en la calle Castelar como inquilinos en la casa de Ramón Palomeque situada junto a la zapatería del Trompero.
El buen hacer de sus padres le fueron  inculcando unos valores fundamentales que Manuel ha sabido conservar hasta nuestros días.

La calle Castelar con su "bodega del tontín", la panadería de "masuelto", la mercería de Pepe Ramos... eran lugares donde creció disfrutando de actividades de ocio como pelota al ruedo o la piola, haciendo de su calle su coto particular utilizando su casa solo para lo imprescindible, comer y dormir. Tras realizar sus estudios de bachillerato en el instituto ubicado en  la calle Puyana, pasó a estudiar la carrera de Magisterio en la escuela "Josefina Pascual" de la capital gaditana coincidiendo en diferentes pisos con Antoñín, Mauro y Vilela, entre otros. Una vez finalizado sus estudios pasó a desarrollar su labor docente en diferente centros escolares siendo, sin lugar a dudas, el colegio Eduardo Lobillo el que más pudo beneficiarse de sus cualidades en las facetas de profesor-  director del mismo.

Su capacidad de gestión ha contribuido enormemente para que el centro ubicado junto a la barriada de la Blanca Paloma  haya sido considerado como un ejemplo a seguir para los demás colegios de la localidad. Sus más de 15 años dirigiéndolo se ha hecho notar en diversos aspectos  destacando la gestión realizada para la construcción del pabellón cubierto, la puesta en escena de Radio Lápiz  y la denominación de  centro TIC. Además de todo ello, ha sido presidente del APA del IES Arroyo Hondo aunando esfuerzos con el resto de la comunidad educativa para llevar a buen puerto los proyectos que desde la asociación se propusieron.

Actualmente, es director del centro de enseñanzas  San José de Calasanz consiguiendo en ese corto espacio de tiempo desde su nominación, anexionar al mismo como centro bilingüe de Primaria llevando a su vez la manija de los actos con motivo del 50 aniversario de su apertura como centro escolar.

El hecho de que su madre Anita padeciera alzheimer contribuyó a la creación de la asociación de esta enfermedad dirigiendo la misma durante varios años. La villa de Rota, a pesar de tener una población amplia, carecía de este tipo de asociación por lo que tras su creación ha caminado con paso firme siempre en aras a la ayuda inestimable de quienes solicitan su apoyo.

Las instituciones hacen de las asociaciones entidades activas o no activas, es por ello que  el Ayuntamiento de la Villa  abrió las puertas  de par en par a la misma  cediendo locales donde organizar las primeras reuniones para con ello  redactar los estatutos y su correspondiente legalización de los mismos.  Entre los muchos objetivos de la asociación está insistir en la prevención como herramienta primordial del día a día, prestando  ayuda psicológica y colaborando dentro de lo posible en la  normalización de  las relaciones entre enfermos y familiares.  La vida pues, está llena de testimonios que irradian energía positiva y que entrelazan momentos que nos ayudan a recuperar la sonrisa, la esperanza y la fe en uno mismo. Para ello, se adentró la asociación de alzheimer  en este coqueto pueblo blanquecino y marinero.

Frases de un paciente que narraba sonoras palabras: "No quise dormir sin sueños y elegí la ilusión que me despierta, el horizonte que me espera, el proyecto que me llena, y no la vida vacía de quien no busca nada. Elegí avanzar despacio durante más tiempo y llegar más lejos habiendo disfrutado del paisaje  pero también hubo cosas que no elegí y que llegaron de  pronto y me transformaron la vida, cosas buenas  y malas que no buscaba  pero elegí al menos como vivirla, los sueños para recordarlas, la esperanza para sostenerla y la valentía para afrontarla. No quise vivir muriendo por eso elegí la vida".

Cuánto trabajo y esfuerzo, dedicación altruista de quien recibió con todo merecer  el premio  otorgado por la peña cultural cadista  “El Camaleón”. Manuel Bueno Pérez exponente de entrega y dedicación para con los demás.