LA POLÍTICA NO ES LO QUE ERA

  

   

La Política no es ya lo que era. Aquellos primeros años de vida en democracia donde despertaban nuestro interés los candidatos, las insignias, los colores, las ideologías,…han ido desapareciendo. El nuevo ambiente coloreado frente a la siniestralidad de la dictadura dibujada en la memoria con la imagen de “los grises” reprimiendo y persiguiendo a estudiantes amotinados y trabajadores descontentos, ha ido dejando paso a la apatía y al pasotismo. Pocos se acuerdan ya de aquellos primeros años de incertidumbre, “por si las moscas”, de que algún general añorante se levantara en armas, otra vez, contra el pueblo, contra nosotros.

Las primeras elecciones. Jarcha cantando a los cuatro vientos su “libertad sin ira”. “El cambio de chaqueta” de algunos para adaptarse a los nuevos tiempos. Se llevaba ser de centro izquierda en aquellos primeros meses. Se llevaba ser de centro izquierda para muchos que habían congeniado con el régimen anterior. Al menos, por lo menos, parecerlo.

La primera corporación democrática. La Política no es ya lo que era. Uno mira a los concejales electos en aquellas primeras elecciones locales y nota ciertos cambios ideológicos en algunos.
La política ya no es lo que era. Hoy cualquier potentado crea su propio partido político. No hace falta tener ideología, sólo tener dinero.

Hasta los sindicatos han perdido a los ojos del ciudadano su condición primitiva y andan transformados en meros entes administrativos. Hay quienes consideran que se han convertido en un poder fáctico más en todo este engranaje social. Hasta la derecha ideológica se permite el lujo de presumir de sindicato. Así cualquiera.

La Política ya no es lo que era. Con tanto acercamiento al centro político, por la derecha y por la izquierda, a veces resulta difícil distinguir a los personajes y encasillarlos en unas siglas concretas. Quedan pocos románticos de las luchas de entonces. Quedan pocos y, además, se les llama locos.
 
La Política interesa poco quizás porque la Política ya no es lo que era. Ni los políticos tampoco. Si cambiamos el mensaje, a lo mejor, la Política vuelva a ser lo que era.
Y, de repente, algo se mueve en la sociedad. En una parte de la sociedad. Tal  vez, esos que se hacen denominar movimiento 15 M, Democracia Real Ya, Indignados,..hayan descubierto que esta Política no les resuelve sus problemas y, por tanto, no les gusta.

Una de las tácticas para “degradar” a cualquier persona o a cualquier movimiento social, como es el del Democracia Real Ya, es enviar un mensaje distorsionado y/o interesado con el fin de menoscabar su atractivo ante la falta de argumentos razonables para derribarlos.
Ciertos medios de información emiten sólo las escenas que puedan hacer pensar al “gran público” que los que allí se concentran son sólo “niñatos melenudos” que no tienen otra cosa mejor que hacer. Para colmo, si la violencia se impone por algunos infiltrados, entonces el movimiento “se vende” como “violentos antisistema”.

Afortunadamente, no todos los medios de comunicación cojean del mismo pie y no pueden combatir a un arma tan eficaz como Internet. Por eso, “el gran público” puede ver que en este movimiento hay también “respetables jubilados”, estudiantes sin futuro, licenciados en paro, trabajadores desesperados, intelectuales con conciencia social,…y, esos medios de comunicación que recuerdan los métodos de la España en blanco y negro, pierden credibilidad ante lo que es una realidad.

Estos ciudadanos y ciudadanas vienen a “encender”, a “despertar”, la conciencia de la Política (para que vuelva a ser lo que era) y de los políticos.

Menos mal que una parte de la sociedad despierta ante lo que considera un “un fraude legal”. Los políticos no les resuelven sus problemas. Los grandes partidos políticos se limitan a cumplir fielmente las recetas que les imponen los mercados. Si el que está gobernando es un partido de centro izquierda, será el que tendrá que imponer los ajustes, antipopulares, que le han recomendado para seguir sosteniendo el sistema. Y, a las próximas elecciones, ya se sabe, gobernará la derecha o el centro derecha. Si es al contrario, si el partido que tiene que apechugar con los designios de los que mueven el tinglado, es de derecha, el próximo partido que gobernará será de centro izquierda. Pero, ni unos ni otros resuelven realmente el problema de la ciudadanía. Y el personal se cansa, se indigna, y acaba exigiendo soluciones. Frente a ellos, a falta de respuestas razonables (porque tienen la razón), se inventan mensajes distorsionados y malévolos.

Todo empezó, dicen, con algunos mensajes de teléfonos móviles o a través de la red. Al principio fueron unas pocas decenas y en lugares muy concretos. El día 19 de junio las distintas manifestaciones demostraron que el movimiento va creciendo.
Y todo ello porque la Política ya no es lo que era, ni lo que espera la ciudadanía de ella.
Salud.



                                                                                                  ANTONIO FRANCO GARCÍA