El servicio público es una labor polisémica: encierra en sí mismo multitud de significados. Lo entendió la Policía Local de Rota ayer a las mil maravillas, cuando fue al rescate de una persona mayor, de unos 90 años, que no podía subir la pendiente que se sitúa en la playa del Virgen del Mar, pese a sus intentos por llegar a su hijo, que estaba arriba esperándole con el coche.

Atentos a todos los movimientos que se producen en la villa de Rota, especialmente estos meses de verano, los agentes de la Policía Local que patrullaban por la zona no dudaron ni un momento en poder asistir al hombre, y le invitaron a subir en el vehículo de playas para sortear la rampa.

El hombre, entre la sorpresa por la solicitud y la amplia felicidad de poder superar el obstáculo, aceptó y se montó en el coche patrulla para llegar hasta su hijo y marcharse a casa.

La Policía Local de Rota quiere destacar su satisfacción en esta misión que no deja de ser sencilla y anecdótica, pero que demuestra un gran valor humanitario: "Ayudar a los demás es, sin duda, una de las cosas más gratificantes de esta vida", y concluyen que oportunidades así de ayudar a las personas son pequeños regalos que les da esta profesión.