Mensajes a la barbacoa
La página web de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía recoge literalmente que "reducir el consumo de carnes rojas a un máximo de 2-3 por semana y aumentar la ingesta de verduras puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer". También podemos encontrar mensajes idénticos en la web del gobierno autonómico de Castilla-León, donde igualmente gobierna el Partido Popular.
Organismos internacionales como la OMS (Organización Mundial de la Salud), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el panel de expertos en cambio climático de la ONU, aseguran que reducir el consumo de carne es mejor para nuestra salud y más sostenible para el Planeta.
La recomendación de reducir el consumo de carnes rojas es una de las directrices de la estrategia “España 2050”. En esa estrategia se recoge que para hacer frente a los desafíos eco sociales, los españoles tendremos que cambiar no solo la forma en la que producimos, sino también en la que consumimos bienes y servicios, y en particular reducir la ingesta de alimentos de origen animal. Hay que recordar que la ganadería industrial está haciendo mucho daño a la del modelo familiar y de proximidad.
El mensaje del Ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la reducción del consumo de carne roja va en la misma dirección que los ejemplos anteriormente mencionados.
Que el periodismo patrio embista todas las declaraciones de cualquier componente del Gobierno de la Nación es norma habitual. Más si cabe, si el objetivo de sus embestidas es un ministro comunista. Pero sorprende que sea el propio presidente del Gobierno el que salga públicamente expresando sus preferencias por el chuletón en un claro tono discrepante con un ministro de su propio Gobierno, cuando es partícipe principal y defensor de la mencionada estrategia “España 2050” ante los organismos europeos. Pedro Sánchez confundiría al mismísimo Aristóteles en la formulación de sus razonamientos críticos.
A mí también me gusta un chuletón de vez en cuando. Pero mis gustos gastronómicos tienden al pescado. Por eso, puesto a elegir, prefiero una urta a la roteña. Espárido pescado al anzuelo. Pesca artesanal, por supuesto.
Eso sí, hasta el tema de los indultos ha quedado obsoleto en el colectivo debate. A lo que se ve hay asuntos más importantes para el común de los carniceros que la cuestión catalana. La pela es la pela, que dirían allí.
LA REALIDAD | Miércoles, 21 de Julio de 2021 a las 12:11:12 horas
No se preocupe porque comamos carne, teniendo en cuenta que la mayoría de jubilados y pensionistas son mileuristas, o casi. Que los trabajadores o están en paro o tienen un sueldo de miseria, comprar carne se ha convertido en un lujo.
Quizás si este gobierno cumpliera con sus promesas y redujera el paro, bajara el precio de la luz, hiciera viviendas a precios asequibles y tantas y tantas promesas la recomendación de comer carne tendría razón de hacerla. La mayoría de ciudadanos no tenemos sueldo de ministros o políticos de "puerta giratoria". La mayoría vivimos de un sueldo cortito que nos permite sobrevivir. Así que comer carne poquita y de vez en cuando.
Y déjese de justificar lo injustificable y de hacer artículos para no veamos sus incumplimientos. No somos tan totos como se creen.
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