El primer fin de semana de julio se ha notado en Rota. Las calles y las playas han estado llenas de gente porque en términos generales, no ha sido hasta el inicio de este mes cuando se ha experimentado una mayor afluencia de turistas en la localidad.

Ese trasiego de mayor público -aunque en junio también ha sido notable-,  ha dejado en evidencia que es imposible para el sector de la hostelería poder atender la mayor demanda generada por parte de la población teniendo que cerrar a las doce de la noche.

Ni se da un buen servicio, ni se puede trabajar mirando el reloj y es bastante incómodo levantar a clientes de la mesa con la comida casi sin terminar porque ha llegado el toque de queda para ellos. Es la situación que se ha vivido este fin de semana en Rota en muchos bares de la localidad, a lo que se suma la imposibilidad de doblar servicio de cena y por tanto, una pérdida importante también en lo que a ingresos se refiere.

La hostelería clama una ampliación de horarios necesaria para adaptarse a las temperaturas propias del verano porque aunque en Rota no ha apretado el calor durante el pasado fin de semana, y se ha permitido poder estar en la calle a una hora más o menos temprana, no ocurrirá lo mismo cuando el sol caliente algo más.

Por norma, los ciudadanos suben más tarde de la playa, aprovechando la buena temperatura, pero si quieren cenar en la calle, aparte de tener que reservar si quieren encontrar un hueco, deben hacerlo saliendo de casa antes de las 22.00 horas, si es que quieren comer relajados y sin tener que cenar como si se estuvieran en una carrera a contrarreloj. "No solo es complicado dar de comer a tanta gente en dos horas", indica uno de los afectados, sino que "nos estamos viendo obligados a rechazar a muchos clientes por falta de tiempo".

Los hosteleros, que han visto este fin de semana el aumento considerable de población, necesitan que el horario se amplíe. En la mayoría de los casos, se conforman incluso con la 1 de la madrugada, aunque entienden que para dar buen servicio y poder tener recogidas sus terrazas y cierre completo, la 1.30 o las 2.00 horas podría ser una buena opción.

Para saber cuáles son los planes de la Junta de Andalucía habrá que esperar a la reunión de mañana martes, 6 de julio, cuando se vuelve a reunir el comité de experto y se espera que se anuncien medidas horarias menos restrictivas que las actuales de cara a la temporada estival.

Solo cuatro bares en Rota tienen licencia para cerrar a las 2 de la madrugada

Se da la circunstancia además, de que en Rota, bares con licencia para cerrar a las 2 de la madrugada solo tienen cuatro, ahora también la zona de Punta Candor donde se celebra el ciclo de conciertos "Rota es música" -aunque esta no es gratuita-,  por lo que cuando a las doce de la noche cierran todos los bares de hostelería, los que sirven comida y los que son de copas, prácticamente la zona de la Costilla se queda con dos establecimientos abiertos lo que ha provocado que la aglomeración de gente sea muy destacada en solo dos puntos.

Los dueños de bares de copas que por su licencia se ven limitados a cerrar cuando llega la medianoche, al no tener licencia como discoteca  o pub sino como cafetería, prácticamente no tienen margen de venta porque si un ciudadano sale a cenar a una hora normal, (se entiende que sobre las 22.00 o 22.30 horas en verano), es imposible que antes de las doce haya terminado y le dé tiempo a tomarse nada más en la calle. Son este tipo de establecimientos los que peor lo llevan porque prácticamente, su tiempo de venta se reduce al mínimo.

Esto supone que, en pleno verano, las casas de amigos o campos son la siguiente opción para continuar la noche de verano. Si un bar cierra a las 12 de la noche, la siguiente decisión es dónde continuar tomando alguna copa más, por lo que los hosteleros creen que encima de perjudicar al sector ya de por sí castigado, se genera un mayor riesgo de  contagios por las fiestas privadas o reuniones en casa.

Teniendo en cuenta que la vacunación avanza a buen ritmo y que el verano cambia los horarios para casi todo debido al calor, los hosteleros confían en una relajación del horario sobre todo, porque entienden que tener a su clientela sentada en las terrazas a las 00.00 o a la 01.00 horas, es el mismo riesgo y sin embargo, da margen para ofrecer un servicio mejor, sin prisas y sin el agobio de exponerse a una multa si no cumplen el horario. Además, cuantos más bares puedan estar abiertos, mejor reparto habrá de la clientela que  no acabará aglomerada en un solo punto como está ocurriendo ahora.

Por otro lado, algunos hosteleros muestran cierta indignación con la presión policial que se ejerce en la zona de la Costilla, por ser la más céntrica y la que mayor número de bares reúne, mientras otros establecimientos alejados de este circuito, cuentan hasta con 30 minutos más de margen hasta que un policía vaya darles el toque de queda. 

No es justo para algunos hosteleros tampoco, que las heladerías puedan quedarse abiertas hasta la 1 de la madrugada, mientras que a esa hora, tomar una copa o terminar de comer tranquilamente, esté prohibido.

Algunos dueños de bares calculan pérdidas de hasta 200 y 300 euros por noche con este horario, por lo que si mañana la Junta de Andalucía no relaja la medida, no se atraven a vaticinar cómo se presenta el futuro invierno.