Aunque para algunos suene a una completa locura, hace relativamente poco tiempo nació en mí una adicción al mundo del terror en todas sus formas. Desde que nació mi “ hijito Jack”, me ha sido realmente difícil encontrar una producción que me robe un susto o algún que otro saltito. Que no estoy diciendo que todas las películas o series de terror sean malas o que no me guste ninguna, pero creo que tenía las expectativas demasiado altas a la hora de ver “Annabelle” por primera vez hace unas semanas. Pensaba que iba a tener más acción y al final me distraje con la trama americana simple. Aún queda pendiente ver su segunda entrega, así como la saga de “El Conjuro“, como fan de los Warren. Ahora que lo pienso quizás mis lectores no conozcan estos títulos, pero nunca es tarde para aprender sobre otros temas.

En esta, mi para anda terrorífica aventura, encontré una joyita, en mi opinión, de la que me he guiado y aún no me ha fallado. "Verónica" me dejó perpleja por su trama, la cual no conocía, y por ser una producción española. Para que después digan que en España no hay buenas producciones. Actualmente, estoy esperando a que me vuelva a dar por ver Netflix para ver “Malasaña 32", otra producción española que tiene muy buena pinta y, además, he tenido el placer de conocer a la protagonista en otra serie de la misma plataforma. Y por si era poco solo ver películas o series de terror, también tengo en mi poder libros del mismo género. Más concretamente dos, aunque uno se lo presté a una amiga, y el otro lo estoy leyendo poco a poco.

Seguro que conocerán al protagonista de este segundo, "Jack El Destripador: Caso Abierto", aunque que ahora mismo no recuerdo el nombre de los autores, pero imagino que si buscas el título en Google tendrás una amplia gama de información sobre el mismo. Y recuerden, mis queridos lectores, que las cosas de miedo se ven en la noche o con poca luz, en soledad para una mejor experiencia.