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Sábado, 18 de Junio de 2011

David Gasca

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BLANCO ES NEGRO


  
 

¿Cómo explicarías a un ciego de nacimiento los colores? ¿Cómo explicarías la risa a alguien que jamás ha reído?, ¿Y el orgasmo a quien nunca lo ha sentido? La respuesta es simple. No podrías.

Porque para comprender y asimilar su significado, estas experiencias tendrían que ser vividas. Desde luego que se podría dar una definición de diccionario a estas personas, sin embargo, seguirían siendo palabras. Podrían leer la gran enciclopedia del orgasmo, estudiarla toda una vida, y aún así, seguirían siendo ignorantes frente a quien haya sentido uno. Y he aquí la clave de todo, “Sentir”.

Aunque todos tenemos sentidos, es evidente que algunos somos más sensibles que otros y a pesar de que a menudo se asocia la sensibilidad a la debilidad, son estas personas extrasensibles las que tienen más posibilidades de enfocar de una manera más “completa” y panorámica la vida. Pues a la inteligencia se llega a través de la mente. Pero para llegar a la sabiduría es necesario pasar por los sentidos; es necesario pasar por la sensibilidad.

Si afirmo que blanco es negro ¿Creéis que es una afirmación correcta? Muchos de vosotros diréis que no, que blanco es una cosa y negro es otra. Y es cierto (en parte).
¿Sería correcto afirmar que son conceptos opuestos lo alto y lo bajo, el ruido y el silencio o la luz y la oscuridad? Muchos de los lectores responderán afirmativamente. Yo digo que no del todo. Me explicaré basándome en una idea que no es propia, sino de un tipo llamado Lao Tse.

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La luz no es otra cosa que la ausencia de oscuridad y viceversa, por lo que ambas se complementan y es necesario que exista una cosa para que pueda existir la otra. Del mismo modo, no podría existir el silencio sino fuese por el ruido, además de que lo alto y lo bajo se dan la medida respectivamente.

Lao Tse invitaba a experimentar el mundo serenamente a través de los sentidos, apartando en la medida de lo posible, la mente galopante que va de una idea a otra y que nunca descansa.
En otra de sus observaciones se percató de que si te mueves demasiado hacia un extremo acabarás en el otro, de manera que la presencia extrema de ruido te conducirá a una sordera absoluta, una luz muy intensa resultará cegadora y un odio desmesurado hará que lleves en tus pensamientos a la persona odiada tanto como si estuvieses enamorado de ella, otorgándole por su importancia un lugar privilegiado en tu corazón.

Existe un símbolo que has visto muchas veces y que quizás no conocieses su significado. El círculo simboliza el todo, el conjunto del cosmos. El blanco y el negro, los opuestos complementarios que se suceden entre sí y en espiral desde el amanecer de los tiempos, y en cada uno de estos opuestos un poco del otro. Pero, ¿como harías entender esto a un niño? La respuesta es simple. No podrías.

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