Título abierto
La pasada semana tuvo lugar en Inglaterra la Cumbre del G7. Los dirigentes de Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña, además de representantes de la Unión Europea, se reunieron en torno a dos temas que son alarmantes: el cambio climático y la vacunación global.
Si bien la crisis climática parece que empieza a preocupar, esta no se toma tan en serio como debería. Llevamos décadas oyendo propósitos de intenciones y medidas a tomar para evitar el deterioro de este planeta nuestro sin que estas se pongan en marcha. Y las que lo hacen, no son lo suficientemente efectivas. Intereses económicos, nacionales y empresariales frenan siempre el establecimiento real de las decisiones tomadas. Basta decir que ya empiezan a “repartirse” los recursos del Ártico los países adyacentes al mismo.
Pero en el asunto de las vacunaciones sí que ha habido acuerdo entre los gobernantes del selecto grupo de países. Han acordado donar 870 millones de vacunas a los países con menos recursos. Algunos con escasos recursos, habría que apuntillar.
La semana anterior a esta Cumbre, los ministros de Economía del G7 acordaron aprobar la creación de un impuesto mínimo global de un quince por ciento a las grandes empresas, además de otras medidas impositivas a los que más ganan.
Resulta curioso que la política económica que propone el PP choca con el consenso del G7. En sus mensajes, Pablo Casado propone la misma receta para salir de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19 que la que se tomó durante la crisis económica financiera del año 2008. Todo lo contrario a las medidas que propone el Fondo Monetario Internacional apoyado principalmente por el gobierno estadounidense. Elevar, aunque sea de forma temporal, los impuestos a las grandes empresas cuyos beneficios se están elevando de una manera desorbitada merced a la crisis, como las farmacéuticas y tecnológicas, además de a las grandes fortunas para sufragar “la factura” del Covid-19 con el objetivo de reducir el déficit y la deuda que se está produciendo, “pilla con el pie cambiado” a los líderes de la derecha nacional.
Ante estas medidas económicas propuestas por el FMI, desde el PP no responden. Debe ser complicado admitir que sus soluciones económicas a la crisis están en total desacuerdo con el resto de países del planeta. Y es que la derecha española es así. ¿Cómo posicionarse en el mismo lugar que la izquierda en materia tributaria? Si esas medidas ya las vienen defendiendo la izquierda ideológica, ¿cómo perder el discurso de ataque y derribo que vienen practicando desde siempre?
Y aunque alguno me tache de mezclar churras con merinas (algo que no me preocupa lo más mínimo, a la vista está), he rescatado un fragmento de un texto que José Antonio Labordeta publicó en el Periódico de Aragón el 30 de Octubre de 2005. Escribía el Diputado de Chunta Aragonesista:
"Pero volviendo al combate cotidiano uno contempla, con verdadera vergüenza ajena, esos spots del PP reclamando votar para defender la Constitución, cuando ellos la maldijeron y no la votaron, porque también con ella se rompía España. Tienen vocación de empresa de derribos porque cada vez que alguien desea avanzar en derechos ciudadanos, el país se rompe: se rompe con la Constitución, con los Estatutos, con el aborto, con el divorcio, con Ibarretxe, con los matrimonios gays, con el incendio de Guadalajara y con el helicóptero de Afganistán. Todo menos el 11-M y la guerra de Irak. ¿Alguien ha pedido perdón por las mentiras que acabaron en la tragedia del atentado terrorista? Solo faltaría eso, que la derecha reconociese sus errores. Ellos son todos de buena familia y los que no lo son, los torquemadillas de turno, quieren ser también barones y marqueses como todos los suyos y, para ello, tergiversan la historia, mienten desvergonzadamente e intentan, por todos los medios, alcanzar la porcelana de Sevres de una de esas tías gordas que pasean su corpiño por las ferias de toros de toda esta piel de ídem, que para eso tienen el parné y el latifundio".
¡Qué bien conocía Laborderta a la derecha española!
Ponga el fiel seguidor de estos artículos, el título al mismo. Nos vemos.
Manuel_luis | Viernes, 25 de Junio de 2021 a las 12:43:33 horas
Esta claro que el papel lo aguanta todo y hoy día cualquier persona se puede permitir el lujo de escribir en la prensa, con opiniones extremadamente sectarias.
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