"Ciencia más allá del Coronavirus"
Guía para hacerse el rico
por Oriana Balsa
Es muy difícil comprender la mente de un niño. De pequeña recuerdo haber pensado en secreto, y creyendo ser la única, que aquellos que tenían las toallitas de la marca “kandoo” eran niños ricos. Rara era la casa que tuviera cacao soluble de marca blanca, pero el niño que tenía para merendar helado “magnum” y no el de marca “hacendado”, estaba claramente en otra liga. A posteriori comprobé que muchos amigos habían tenido esa misma sensación. Recuerdo que me encantaba ir a casa de una niña de clase a merendar porque siempre, y digo siempre, tenía “Actimel” en casa. Y es que, mis padres nos vendían a mi hermano y a mí (porque el argumento de “no podéis atiborraros de azúcar”, nos la traía al pairo), que el Actimel era únicamente para aquellos días en los que estuviéramos enfermos. “Para reactivar nuestras defensas”. Y es que, el no ir al colegio ya no era la excusa principal para fingir estar malo. No era porque estuviera especialmente bueno, pero al no tomarlo habitualmente, nos resultaba realmente apetecible.
Sin embargo, aún hoy compruebo que el Actimel sigue siendo un producto que se compra especialmente cuando alguien cae enfermo. No quiero imaginar cómo habrán aumentado las ventas con todo este tema del coronavirus.
El anuncio, brillantemente dirigido tanto a los niños como a los adultos, mezclaba los dibujos animados como reclamo para los niños y la maravillosa frase “activa tus defensas” para convencer a los padres.
No quisiera desmontarles un mito, pero voy a contarles un secreto. Si bien Actimel nos hace saber en su anuncio que utiliza L.casei como fuente de inmunidad, e incluso trató de usar L.inmunitas (aunque tuvieron que retirarlo porque no existe ninguna bacteria con este nombre), no se ha demostrado que la presencia de este microorganismo favorezca el sistema inmune, afirmación que, por tanto, carece de fundamento científico.
El único motivo por el que el Actimel pudiera ayudar a las defensas del cuerpo, es porque contiene vitamina B6, que está implicada en las defensas del organismo.
¿Saben qué alimento tiene vitamina B6 y cuesta muchísimo menos que un Actimel? El plátano. Supongo que es algo que no le interesa demasiado al equipo de marketing que se difunda, pero así es. Un plátano aporta unos 0,3 mg por cada 100 gramos, frente a los 0,2 mg por cada 100 gramos que aporta la bebida. Además, esta última está cargada de azúcares libres y otros compuestos nada interesantes para el crecimiento de los niños.
Así que puestos a aparentar ser ricos, les recomiendo que prueben con las toallitas de las que le hablaba al principio.
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