En la España vaciada no existe  ninguna plataforma en contra de las antenas de telefonía móvil.  Que España es uno de los países donde la conexión a Internet en las zonas rurales es realmente mala lo pone de manifiesto que casi dos millones de hogares apenas pueden hacer uso de una red con dos mega bits de velocidad.

No se trata solo de la falta de inversiones en infraestructuras en medios de comunicación como las autovías o las vías férreas, ya de por sí lamentables y olvidadas. Esos pueblos son islas en medio del océano que representan las nuevas tecnologías.

ASAJA Castilla y León lleva años reuniéndose con la Junta para solucionar la falta de internet y, en aquellos lugares donde la hay, la baja calidad de este. La Asociación de Jóvenes Agricultores de Castilla y León recuerdan continuamente a las administraciones que existen más de mil localidades en su comunidad con este problema que contribuye al aislamiento y a la despoblación que vienen sufriendo desde hace décadas.

El planteamiento de que dentro de unos años, en 2025, la totalidad del territorio de este país nuestro estará plenamente cubierto con fibra óptica  no evitará que el servicio de telefonía móvil se resuelva a corto plazo. Existen zonas con poca o nula cobertura en este sentido, sobre todo por la falta de rentabilidad para las compañías telefónicas. Y es que colocar antenas o repetidores para tan escasa población no les da beneficios económicos. Tampoco se ha legislado en la obligación de imponerlos, dicho sea de paso.

La esperanza para estos lugares está puesta en el programa europeo “WifieEU”, que provee de una bonificación de quince  mil euros para cubrir los costes de instalación de equipos de Wi-Fi de alta velocidad en las zonas comunes de dichos municipios y asegurar y promover el uso libre de Internet en las zonas con peor conectividad.
No, en la España vaciada y aislada  no existe ninguna plataforma en contra de las antenas de telefonía móvil. Todo lo contrario. Demandan antenas para estar y sentirse menos aislados.

En unos momentos donde las nuevas tecnologías permiten realizar la jornada laboral en determinadas profesiones de forma online, la implantación de antenas se hace imprescindible para que estos pueblos se conviertan en lugares atractivos para atraer a gente con deseos de trabajar en un  entorno más relajado y con  menos tensión que el que tienen en las ciudades. Además, sería una buena medida para combatir la despoblación que sufren.

Al fin y al cabo la comunicación no solo consiste en transmitir e intercambiar mensajes, también se ha convertido en una herramienta de gestión.