45 RAZONES

   

Churros en el Angarilla, la orilla de Punta Candor, el amanecer del Chorrillo, la cabalgata de los  
reyes, las gaviotas del muelle, los bares de la Mina, los langostinos de la bodeguita, los niños                    intrépidos de las canteras, el paseo de madera, los adoquines del Calvario, los pies de los 

saharauis, los toldos de la calle Castelar en Agosto, los banquitos del parque Atlántico, las
teteras de El Torito, el piano andaluz de Antonio Trigo, el ambiente de la lonja, el callejón de la

iglesia, los caracoles de El Bigote, la madrugá en el Carmen, los corraleros en la noche, el

nazareno en las casas baratas, las piedras del Caracol, la O vista desde el paseo marítimo, la

antigua barbería de la calle Rosario, el viento de cara en la punta del espigón, los gatos de la muralla, la luna llena en Peginas, el Cigala del Macondo, la casa vieja del arco del barrio (donde mi madre me bañaba en un peró), las lisas de los pantalanes, el saber estar de mi cuñado Óscar (nunca hubo mejor compañía), las ortiguillas del Parma, el patio del Castillo de Luna, el viejo faro (desde cuyo balcón nadie hizo jamás una sola fotografía), la guitarra de Gilberto en la calle Charco, el crepúsculo en la curvita, los viejitos en la plaza de abastos, las palomas en Bartolomé Pérez, el polvorín/mirador del pinar, el gran abeto del parque Victoria, los mojitos del Budha Candor, el talante flamenco de Ofelia, la fuente de la plaza del triunfo, los peques de la escolanía “El Galeón”. Junto a ti, cuyo nombre vertical oculto en este cursi y mal escrito texto, suman 45 razones.