"Ciencia más allá del Coronavirus"
Nunca fui amiga de la superioridad moral asociada a los gustos
por Oriana Balsa
Nunca fui amiga de la superioridad moral asociada a los gustos. ¿Escuchas a Camarón o a José Mercé? Entonces tienes mis respetos, está claro que sabes de flamenco. ¿Crees que lo último de C-tangana es un temazo? ¡A pastar! ¡No conoces los orígenes de este arte!
¿No es acaso Nessum Dorma una delicia acústica en el acto final de Turandot? ¡¿Cómo podría alguien comparar eso con la puesta en escena del último concierto de Beyoncé?!
Y es que aunque adoro el cine, detesto al cinéfilo; me encanta leer, pero no soporto al lector que se las da de cultureta, y aún si no doy un paso sin banda sonora que me acompañe, trato de evitar a todo aquel que tenga lecciones musicales que darme.
Hay cuestiones en las que no debería haber debate, sino consenso. ¿Quién soy yo para decirle a mi amiga que de Loquillo lo único bueno es el nombre? Una chica con gusto. ¿Quién es mi amiga para decirme que baje “Super Trouper” de ABBA a todo volumen? Pues todo lo contrario. Pero con ella y con el resto, no discuto de música. No nos debemos sino respeto, aceptar el gusto del otro, y, por qué no, compartirlo. Esto último siempre y cuando no pongan Indie. Los que escuchan Indie están más “para allá que para acá”
Con lo cual, ¿es esto extrapolable a todos los ámbitos de la vida? Pues, evidentemente, no. Josep Pámies es un, desgraciadamente, famoso curandero que promete tratar todo tipo de enfermedades con plantas milagrosas y prodigiosos ungüentos. Puede que no sea para todos los gustos estudiar biología, bioquímica o farmacia, pero lo bueno que tiene la ciencia es que no va de opiniones, sino de hechos.
De evidencias precisamente carece por completo cualquier cura que ofrece este señor. Se ha enriquecido a golpe de estafa y a costa de miles de familias, jugando con las ilusiones y esperanzas para tratar a algún ser querido ya intratable. O, incluso peor, a alguno que aún lo fuera, pero que creyera, cual devoto de la Virgen del Rosario, en la mano todopoderosa de Pàmies para tratar su cáncer de hígado, en lugar de un tratamiento oncológico. El desenlace, por supuesto, es fatal.
Imanes (sí, imanes), tés de cola de caballo (que están igual de malos que el té verde) y mágicas píldoras (construidas con un poco de gelatina, azúcar y agua para diluir) son algunos de los métodos de los que se vale para engañar a sus víctimas.
Por supuesto, la Covid-19 ha sido toda una fuente de ingresos para semejante personaje y todo su séquito de timadores. A menudo se hacen eco de propaganda en contra de los médicos, ahondan en el tema del 5G y promulgan cuán interesados están todos los científicos del mundo en asfixiar a la población con la mascarilla. Todo ello, por supuesto, sin ningún tipo de estudio que lo respalde, sin ningún dato que apoye su teoría. Tan solo, cual orador de fe, con la promesa y juramento de que todo irá bien, de que lo suyo todo lo cura, y que los medicamentos todo lo enferman.
¿Contra la homeopatía? Ciencia ¿Contra los curanderos? Ciencia ¿Contra los mentirosos? Ciencia.































Juan Pedro | Domingo, 25 de Abril de 2021 a las 13:52:33 horas
Y contra la ciencia, un poquito de filosofía, por aquello de que pensar que la ciencia es un conocimiento cierto pone en juego conceptos como el de verdad, certeza, realidad, conocimiento, subjetividad... cuyos contenidos se escapan a la propia ciencia. Y eso lo saben, en primer lugar, los científicos.
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