Coincidiendo con el Día de la Tierra, que se celebró ayer, 22 de abril,  Izquierda Unida y la sección de jóvenes de este partido procedieron a la colocación de varios contenedores específicos para colillas en varios puntos de la localidad.

La idea es que los fumadores tengan una mayor conciencia medioambiental y una vez apaguen su cigarro no arrojen las colillas al suelo teniendo a mano uno de estos recipientes reciclados colocados para no solo mejorar la limpieza de las calles sino también el entorno natural.

En concreto, se han dispuesto  estos contenedores reutilizados en el centro de salud, en el Mercado Norte, en la oficina de empleo del SAE, en la plaza Camilo José Cela, plaza Jesús Nazareno (Costilla), plaza Torre de la Merced, Academia Premier, en las afueras de Correos y del centro de adultos “Baifora”. Próximamente, está previsto que se instale en más puntos en los que se entiende que hay trasiego de personas.

Según la Organización Mundial de la Salud, los residuos de tabaco contienen más de 7.000 sustancias químicas tóxicas que envenenan el medio ambiente y representan, aproximadamente, el 35% de los objetos recogidos en las actividades de limpieza costera y urbana, pues cerca de 10.000 millones de los 15.000 millones de cigarrillos vendidos diariamente en el mundo se desechan al medio ambiente.

A esto, hay que añadirle la baja o nula reciclabilidad de los filtros debido a, en primer lugar, el pequeño tamaño que tienen y, en segundo lugar, a que están compuestos por acetato de celulosa, un material plástico que se obtiene del petróleo y que se descompone muy lentamente en microplásticos con el paso de los años, provocando un fuerte impacto negativo en nuestro planeta.

IU recuerda que hay numerosos estudios científicos que evidencian el consumo de microplásticos por parte de especies marinas, los cuales posteriormente pueden pasar a formar parte de la cadena alimenticia y llegar a otro tipo de seres vivos. Por otro lado, han querido recordar que la acción de arrojar este tipo de residuos al suelo público o en cualquier entorno natural está prohibido y es motivo de sanción. Así lo establece el artículo 60 de la Ordenanza de Policía y Buen Gobierno: “Se prohíbe arrojar a la vía pública todo tipo de residuos como colillas [...]. Quienes transiten por las calles, plazas, jardines y otros espacios libres públicos y quisieran desprenderse de residuos de pequeña entidad, utilizarán las papeleras instaladas a tal fin”. Esta acción, indican desde IU,  puede ser sancionada con hasta 750 euros,  según el artículo 141, “Límites de las sanciones económicas”, de la Ley 57/2003 del 16 de diciembre. Por tanto, para este partido, es también necesario que el Ayuntamiento de Rota facilite y provea los medios necesarios para el correcto cumplimiento de esta ordenanza, así como también es fundamental que todos los grupos políticos municipales promuevan campañas de concienciación, pues este problema no atiende a ideologías.

A este respecto, el pasado 9 de febrero, el concejal de Izquierda Unida Rota, Pedro Pablo Santamaría, se reunió con los delegados de Limpieza y Participación Ciudadana, Jesús López y José Antonio Medina, respectivamente, con el objeto de proponerles este proyecto al equipo de gobierno municipal, cuyo eje principal es fomentar la
economía circular.

Este proyecto consiste en rescatar contenedores, botellas y  envases  tipo bricks de plástico vacíos y acondicionarlos para proporcionarles una nueva vida. De esta forma, se estaría reduciendo la cantidad de residuos no biodegradables en el medio ambiente y se estarían reutilizando con un nuevo fin con un coste muy bajo, por lo que permitiría también al Ayuntamiento ahorrar fondos económicos.

IU y los Jóvenes de IU  recuerdan que solo se necesita un poco de creatividad y de voluntad, por lo que invitan a toda la ciudadanía a que si no encuentran una papelera o un cenicero a su alcance, que guarden los residuos en una bolsa o papel y que lo arrojen cuando encuentren uno. De la misma forma, piden que se deje de tirar toallitas al WC para evitar que estas vayan al mar perjudicando la flora y la fauna.

"Nuestra tierra y nuestros mares no son un vertedero", han concluido apelando a la conciencia cívica y medioambiental de cada uno.