En términos generales, ha sido una Semana Santa diferente para todos, también para la Policía Local de Rota que en estos días ha tenido que estar pendiente del cumplimiento de una serie de normas de obligado cumplimiento por la crisis sanitaria.

En un balance realizado por el inspector jefe de la Policía Local, Manuel Muñoz, ha habido dos momentos diferenciados. El fin de semana previo al Domingo de Ramos, donde como ya se publicó por este medio, entre las jornada del Viernes de Dolores, sábado y Domingo de Ramos se llegaron a interponer hasta 130 denuncias por saltarse la normativa en lo que se refiere al no uso de la mascarilla en la vía pública, no respetar el toque de queda o saltarse el cierre perimetral provincial, y una segunda parte, a partir del Miércoles Santo al Domingo de Resurrección, donde las actas de denuncias han sido en torno a las 60, por los mismos motivos.

En términos generales, ha sido una Semana Santa más o menos tranquila,  a excepción del sábado 27 de marzo, previo al Domingo de Ramos, donde la situación en la zona de bares de la Costilla se fue de las manos, y donde hubo que actuar por parte de los agentes municipales con mayor contundencia por gente sin mascarilla, consumiendo de pie en las terrazas de los bares, fiestas ilegales en domicilios, etc. El resto de la semana, Lunes, Martes y Miércoles Santo, al ser días en los que el tiempo tampoco acompañó demasiado y que eran laborales para muchos ciudadanos aún, fueron tranquilos, notándose una mayor afluencia de público por las calles y bares desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. Pero según el inspector jefe de la Policía, dado que se venía prevenido del fin de semana anterior, se reforzaron los controles en la entrada de Rota y en Costa Ballena, para evitar que hubiera ciudadanos saltándose el cierre perimetral, y además, en la zona de la Costilla, plaza Jesús nazareno, La Cantera, Higuereta y avenida San Fernando esquina con avenida Sevilla, se dispuso de una pareja policial permanente, desde las 15.00 a las 23.00 horas, patrullando a pie, apoyada por una unidad de motoristas y un coche de Policía Nacional. De esta forma, indica Manuel Muñoz, la situación estuvo controlada ya que la presencia de los agentes disuadió a algunos ciudadanos de posibles conatos de alteración de la normalidad.

Pese a ello, ha habido personas que se han saltado el toque de queda, el cierre perimetral y que han estado sin mascarilla, que es de uso obligatorio, motivo por el que se han levantado las correspondientes actas de denuncia.

Es cierto que los conciertos en la calle y la visita a los templos para ver a los titulares de las hermandades han provocado en determinados momentos mayor aglomeración de personas en la vía pública, pero sin incidentes destacables, según la Policía Local. Tampoco los accidentes de tráfico han tenido consecuencias graves más allá de daños materiales y lesiones leves.

Por otro lado, se ha estado en permanente contacto con los dueños de los bares y establecimientos para que llevaran control de sus terrazas y horarios de cierre, sin tener que haber actuado demasiado en este sentido. Atrás queda  una Semana Santa atípica en la que la Policía Local hace un balance más o menos positivo en lo que a seguridad ciudadana se refiere.