Los rocieros que ayer partían desde Rota hacia la aldea almonteña han pasado su primera noche en el camino. A pesar del retraso con el que realizaron el embarque, sobre las seis y media de la tarde, cuando estaba previsto que se hiciera sobre las tres, no hubo percances y todo transcurrió con normalidad. Sin embargo, el hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota, Antonio Rodríguez Mellado, ha sido muy crítico con la Junta de Andalucía a la que ha achacado que fuera excesivamente estricta en sus controles "que lo único que provocó fue un descontrol" haciendo que el embarque, sobre todo para los romeros que iban andando, fuera más difícil. Aún así, no pasó nada y los rocieros pudieron pasar por el río Guadalquivir para adentrarse en el parque natural de Doñana, aunque con bastante retraso.

Tras los primeros kilómetros recorridos, la hermandad de Rota llegaba a Marismillas donde algo más tarde que el año pasado, iniciaban el montaje de las tiendas de campaña, atendían a los animales y disfrutaban de la cena en convivencia. Como suele ser habitual, a las doce de la noche, los romeros se reunían para rezar el rosario todos juntos y a partir de ahí, alargar las horas de la madrugada casi hasta el amanecer. El buen ambiente que vive esta hermandad se respiraba de nuevo en esta primera jornada que según el hermano mayor, está saliendo a pedir de boca, con mucho ambiente y muy bueno.

Para la mayoría de hermanos la noche no ha tenido fin y prácticamente han empalmado con el alba tras largas horas de cante y convivencia que hacen más agradable el camino hacia la aldea de Almonte. Como ya no hay hogueras, por prohibición de la Junta de Andalucía, los romeros han pasado la noche en torno a los cirios encendidos que los han iluminado durante toda la madrugada.

Prácticamente sin dormir, los rocieros se han levantado temprano al sonido del pitero que anuncia la hora de ponerse en marcha y reanudar el camino. Tras los quehaceres de recogida de campamento, los hermanos se han reunido en torno al Simpecado para celebrar la Misa de Romeros oficiada por el padre Francisco, a las nueve y media de la mañana. A partir de ahí, sobre las diez y media, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota ha reanudado su camino hasta la próxima parada, en torno a las doce del mediodía, para rezar el Ángelus.

Según nos contaba el hermano mayor de la hermandad, el amuerzo estaba previsto en el Cerro del Trigo y de ahí, encarar los próximos kilómetros hasta llegar al Corral de Félix donde harán su segunda noche en el camino.

De momento, la Hermandad del Rocío de Rota está disfrutando de un buen camino, muy ambientado y que está transcurriendo sin percances de ningún tipo. Dice el hermano mayor que solo hay dos objetivos en este peregrinaje: llegar bien al Rocío para reencontrarse con la Virgen y presentarse ante Ella, y que todos los que han ido, vuelvan a casa.