El octavo mandamiento
Los niños siempre suelen mentir cuando alguna travesura llevada a cabo termina, un suponer, rompiendo un cristal. La respuesta más rápida es negar. “Yo no he sido”, contestarán al unísono. Pero la acción es innegable. El vidrio hecho añicos demuestra que alguno de los jugadores del estadio de la calle ha errado su tiro a la portería del equipo contrario y el disparo ha ido a parar a la ventana del vecino que no es la primera vez que recrimina a los chicos que allí no se puede jugar a la pelota.
A estos, a los del estropicio de la rotura del cristal, no se les puede aplicar el Código Penal por su mentirijilla, más bien producto de su miedo al castigo que le pueda caer por parte del adulto.
La Justicia ya acreditó en una sentencia firme la existencia de una Caja B dentro de las cuentas del Partido Popular. Es, pues, un hecho que “el cristal se rompió”. En esta ocasión, la respuesta no va expresada a “yo no he sido”, sino más bien a “yo no participé en ese partido”. Partido de fútbol, se entiende, metafóricamente hablando.
Hay quien llega a negar que “el cristal de la ventana se rompiera”, a pesar del demostrado hecho. José María Aznar, Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato o Pío García Escudero, negaron ante la Justicia haber conocido la existencia de una contabilidad B en su partido. Partido político, se entiende. Esta vez sin hacer uso de ninguna figura literaria.
Si todos o algunos de los citados han llevado a cabo un falso testimonio, al parecer, es muy complicado averiguar que hayan caído en semejante delito.
Que la sociedad perciba que han mentido en sus declaraciones no creo que les quite el sueño a ninguno de los citados. Pero puede provocar que la ciudadanía desprestigie la labor judicial, al advertir que la mentira es evidente y no se hace nada al respecto.
Es obvio que seguir “el rastro del dinero” es ardua tarea. Sobre todo, cuando este es en efectivo y en sobre cerrado. A no ser que “el dueño del balón”, de los apuntes contables quiero decir, tenga pruebas más contundentes sobre lo que afirma y pueda demostrar que los que niegan la existencia de la Caja B, se aprovecharon de esta percibiendo sobresueldos ilícitos provenientes de corrompidos empresarios.
Tenemos al balón, al cristal de la ventana roto, a los jugadores, pero... ”yo no he sido, que conste”.












Juan | Viernes, 09 de Abril de 2021 a las 17:13:44 horas
¿Y usted sr. Franco (vaya apellido para ser comunista) o lo quiere parecer a que mandamiento se acoge? Porque de cajas B, apaños, triquiñuelas y a ver a quien engaño sabe usted tela...........
Accede para votar (0) (0) Accede para responder