A estas alturas, todo el mundo sabe que cuando gobierna el PSOE la economía no funciona. Hay más paro, más deuda, menos inversión y la cosa funciona peor. Malamente.

Llevamos más de 40 años desde la restauración de la democracia y ahí están las pruebas. No me crean si no quieren, pero los datos macroeconómicos cantan la parrala.

Sin embargo, la cabra tira al monte y cada vez que los gobiernos conservadores han enderezado los datos de desempleo y han puesto otra vez la máquina en marcha, la gente vuelve a lo antiguo y se echa en los brazos del socialismo.

Es verdad que líderes históricos como González o Guerra eran muy buenos comunicadores y conseguían convencer una y otra vez a un electorado, machacado por una gestión mejorable, que los volviesen a votar.
Podríamos simplificar diciendo que el PP ha gobernado mejor pero el PSOE ha comunicado mejor.
Actualmente está pasando lo mismo, la gestión es penosa, pero, si nos creemos las encuestas, los problemas los tiene los que no gobiernan, la oposición.

Por citar un solo ejemplo, en 3 meses no han vacunado al 10 por ciento de la población. Esto es para que se vaya hasta el último que coge el teléfono en el gobierno.

Aparte de la histórica penosa gestión socialista se une que no tienen mayoría y necesitan aliarse. Se juntan con partidos antisistema que lo que pretenden es destruir el estado y la convivencia tal y como la conocemos. El coctel es explosivo: solos lo hacían mal y con amigos lo hacen fatal.

En el otro lado del tablero hay gente que, sin estridencias ni demagogia barata, gestiona moderadamente bien o por lo menos lo intenta. Véase Feijoo en Galicia o Moreno Bonilla aquí en el sur.

Pero de repente aparece un error sistémico, Isabel Ayuso, que siendo del PP tiene ese punto comunicador que llega a la gente y que le pega donde más le duele a los Sánchez y compañía. Le tienen pánico porque se sabe quitar los codazos y cada vez que sale a los medios gana otro diputado en las elecciones.

Cuando se hizo público que Pablo Iglesias renunciaba a la vicepresidencia y se postulaba en Madrid ella dijo “España me debe una por sacar a Iglesias del Gobierno”. Es lo que pensamos la gran mayoría. Este tío en el gobierno era un peligro público.

Cuando convocó las elecciones se marcó el eslogan “Socialismo o libertad” y es lo que pensamos muchos. Los socialistas tienden a meter las manazas en todo. Te dicen lo que tienes que pensar. Como tienes que hablar. Te oprimen a impuestos, y les gusta prohibir y prohibir salvo que sea para cambiarte de sexo o para que te ponga una inyección y te manden al barrio de los callaítos.