La maldición de ser Casino en la provincia de Cádiz
Si gusta de disfrutar de las historias de casas encantadas, no necesita volar hasta Escocia para hacer un tour por sombríos castillos que arrastran maldiciones desde hace siglos. Sin salir de la provincia, puede usted visitar dos casinos, que lejos de saber si disponen de fantasmas aulladores, sí que parecen tener un “bajío” del que no se pueden desprender.
El sector del juego presencial en España ha sido uno de los más perjudicados por los cierres durante los confinamientos y el Casino Bahía de Cádiz no ha sido una excepción. Mientras el Ministerio de Consumo anunciaba que, con las restricciones y cierres, cada vez eran más los españoles que accedían a portales especializados para jugar por internet a juegos como la ruleta online, el Casino Bahía de Cádiz tenía que echar el candado y afrontar una difícil situación que afecta no solo a su balance de cuentas, sino al empleo de sus trabajadores, que ya en 2018 salían a protestar por llevar 9 años con su sueldo congelado.
Pero, además, a los problemas económicos del Casino Bahía de Cádiz se le suma el interminable traslado hacia la zona del casco urbano de El Puerto, que, en principio ayudaría a aumentar el volumen de clientes. Y es que las obras de los dos parkings, el de Pozos Dulces y el de la Plaza de Toros, se han quedado paradas a la espera de una inyección de capital de 6,5 millones de euros que el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María no parece estar dispuesto a afrontar. Mientras sendos parkings no se completen, el Casino Bahía de Cádiz no se podrá trasladar hacia una zona más comercial de la ciudad.
Por otro lado, y sin mesas de ruleta o blackjack, tenemos al Casino Gaditano en la Tacita de Plata. Este viejo y señorial ateneo, otrora testigo de regias parrandas en honor Isabel II, al igual que dicha reina, también es un edificio que alberga “tristes destinos”.
La crisis económica, derivada en parte de la pandemia, ha provocado una avalancha de bajas entre los socios de la entidad. Esta merma de los ingresos derivados de las cuotas se traduce en un grave problema económico que amenaza con suspender las actividades en uno de los edificios más emblemáticos de Cádiz.
El presidente del Casino Gaditano, Miguel Nuche, acaba de presentar en la asamblea de socios un plan de saneamiento de las cuentas para intentar conseguir que el Casino salga a flote. Estas medidas incluyen resolver la situación del personal, que actualmente se encuentra inmerso en un ERTE, dolorosas derramas para los socios y el inicio de conversaciones con el Ayuntamiento de Cádiz para ampliar los usos del edificio y buscar nuevas formas de financiación.
El tiempo dirá si ambos Casinos consiguen deshacerse de sus respectivas maldiciones económicas sin necesidad de tener que recurrir a un exorcista.
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