Diario del año del Coronavirus
¿Y qué me dicen del himno?
por Balsa Cirrito
Llevo más de un año sin escribir cosa de política, que es un tema que me espanta a cachitos, pero como la semana pasada comentábamos lo hortera que resultaba llevar banderas en la mascarilla, ya fuera la española, la andaluza o la arco iris, me gustaría rematar el asunto hablando del himno español.
Como decía, la profusión de banderas es un símbolo no de españolismo, sino de americanismo, y su moda es el equivalente de abandonar los bares de tapas para acudir a los burgers o a los restaurantes tex-mex. Pues en esta tesitura, espero que no se ponga de moda lo de cascar el himno nacional todo el tiempo, como hacen los guiris, porque sería insoportable.
Desde luego, el hecho de que no tenga letra es lo mejor del himno español. Todas las letras de todos los himnos del mundo son espantosas. A menudo violentas, con frecuencia agresivas contra los extranjeros. Y digo que el hecho de que no tenga letra es lo mejor porque la música suena a pachanga. A la melodía del himno español le ponemos una caja de ritmo y parecería una bachata, y nos pondríamos a bailarlo en las bodas. Pero siendo malo, el himno español es mejor que todos los autonómicos. El himno andaluz, pongamos por el ejemplo que nos toca, lo que es a mí, me suena al Rosario de la Aurora que se oía a veces por las calles en mi infancia. ¿Han escuchado algo más triste y cansino que lo de “Andaaaaaluuuuuces, levaaaaaantaaaaaos...”? Y no es solo el andaluz. El catalán tiene una letra que parece la canción de batalla de una brigada de ninjas, que en vez de katanas llevara guadañas. El asturiano, por más que se molesten los naturales de esa bonita tierra, ha sido durante mucho tiempo la canción tradicional de los borrachos en España, y su música casi tan cansina como la del andaluz.
Yo creo que es por la falta de educación musical de los españoles. No es casualidad que los países del este de Europa, normalmente países con el sentido artístico de una alcachofa sin recortar, y que entre todos juntos no han logrado inventar un plato de cocina decente (baste pensar que el plato nacional de Polonia es la sopa de remolacha), pues digo que todos esos países tienen normalmente unos himnos chulos que te mueres. De hecho, el único himno autonómico español que mola es el valenciano, curiosamente, la región con mayor cultura musical de España.
¿Dónde quiero llegar? Pues no lo sé... O miento, sí lo sé. Quiero decir una cosa. El patriotismo no tiene nada que ver con la bandera o el himno. El patriotismo se muestra conociendo la cultura y la historia de un país. Leyendo y amando sus escritores. Escuchando a sus músicos. Viendo sus películas (es curioso como resulta frecuentísimo el hecho de que españoles que se consideran extremadamente patriotas denuesten sistemáticamente el cine nacional). Comprando productos españoles (por ejemplo, un móvil BQ en vez del iPhone pegotero).
Hace dos o tres años escribí un artículo sobre Pedro Páez, el español descubridor de las fuentes del río Nilo, descubrimiento que – y era de lo que yo me quejaba con amargura – se atribuye en películas, libros y documentales al inglés Livingstone. ¿Saben cuántos comentarios recibí de patriotas indignados por este hecho? Lo digo: 0 indignados. 0 tuberculero (por no decir patatero). Ahí lo llevas.
PD: Lo he dicho en infinidad de ocasiones. El himno español debería ser el Viva España de Manolo Escobar. Es alegre, optimista, habla de cosas bonitas y es conocido en el mundo entero. Imaginen a todo un estadio cantándolo en una eliminatoria del Mundial de Fútbol. Flipante, ¿eh?



































incrédulo | Jueves, 04 de Marzo de 2021 a las 20:00:08 horas
No creo que con este gobierno que padecemos se vaya implantar "El viva España" de Manolo Escobar, por que al señor marques de Galapagar le molesta bastante y cuando alguien se lo pone por sus lares manda ala Guardia Civil que lo quiten inmediatamente.
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