Desde anoche a las 00.00 horas Rota ha pasado a estar en el nivel de alerta 4 grado 2, eso significa la entrada en vigor de nuevas restricciones como ya se ha venido informando estos días. Lo más destacado es el cierre de todo comercio no esencial, lo que implica un duro golpe para muchos pequeños autónomos y pymes que se ven obligados a cerrar las puertas de sus negocios, recibir cero ingresos en estos días y tener que seguir pagando gastos.

Por ello, los ánimos están a flor de piel. Hay quienes con resignación asumen que la situación sanitaria es complicada y hace falta parar y quienes no entienden este tipo de medidas que perjudican a un sector de la economía local que no sabe cómo va a sobrevivir y que de hacerlo, lo hará a duras penas. Por eso, muestran también su enfado, porque se sienten maltratados, especialmente la hostelería que insiste en que precisamente el cierre de los bares ha provocado las reuniones sociales en casas, locales o campos sin ningún tipo de medidas de protección; y luego está el pequeño comercio de calzado, textil, perfumería, complementos, decoración, etc., que no entiende que cerrar las puertas de sus locales, donde cumplen con toda las recomendaciones sanitarias sirva para parar esta tercera ola mientras la gente puede campar por la calle a sus anchas, reuniéndose en plazas o parques hasta las 10 de la noche.

En estos días,  aquellos que pueden tirar de trabajo a puerta cerrada lo harán y otros se ponen a disposición de sus clientes para repartos a domicilio, consultas por Whatsapp y contacto telefónico, una nueva modalidad que empresarios locales están adoptando sin más remedio y con la intención de salvar sus cuentas ya de por sí  complicadas. En la hostelería hay de todo, en el caso de pizzerías, que están más acostumbradas a los pedidos a domicilio, que sí están permitidos, seguirán manteniendo la actividad, pero otro tipo de bares y restaurantes ni se lo plantean. Estarán cerrados y mientras tanto, dando vueltas a la cabeza y a los números que, por mucho que quieran, no cuadran.

En las redes sociales, autónomos de distintos sectores hacen un llamamiento generalizado a la responsabilidad para que el esfuerzo que ellos tienen que hacer cerrando sus negocios, se vea apoyado por la actitud individual de cada ciudadano quedándose en casa y solo saliendo para lo imprescindible, ya que de otro modo, no tendría sentido ninguna medida. De nada sirve cerrar el comercio, si la gente sigue juntándose, paseando, yendo a casa de familiares o amigos o comprando en supermercados de mayores dimensiones donde existe aglomeración según en qué horas del día de vaya, Por eso, insisten en la necesidad de ser solidarios unos con otros.

El sector de actividades consideradas no esenciales está sufriendo en primera persona los efectos económicos de esta crisis y con ellos, muchos trabajadores que se quedan de nuevo sin poder trabajar. La situación cansa y agobia porque los gastos continúan pese a que no haya ingresos, por eso, en general, piden una compensación y ante la situación;  otros optan por mostrarse muy enfadados en redes sociales, una vía de escape para compartir sentimientos encontrados, conscientes por un lado de la gravedad de la pandemia en Rota, que es ahora cuando ha empezado a notarse con más fuerza, y de anteponer la salud, pero preocupación por no poder llevar ingresos a sus casas. 

Solo hay que hacer unas pocas llamadas o hablar con empresarios locales para saber que este nuevo parón económico es un varapalo del que muchos no saben cómo van a salir o siquiera, si van a conseguirlo. Mínimo son 14 días de cierre y con ello, 14 días a cero ingresos.

Desde Aeciro han enviado ánimo a todos los que hoy tienen sus puertas cerradas al público confiando en que con la responsabilidad que cada uno tiene que demostrar, se salga de esta situación cuanto antes.