Mantener ventiladas las aulas o soportar el frío con riesgo de coger un enfriamiento es la disyuntiva que en esta primera semana se ha planteado prácticamente el 100% de los profesores que se han enfrentado a la vuelta a clases en colegios que ya de por sí, presentan carencias en su climatización.

La ola de frío  ha sido la bienvenida al alumnado y profesorado tras las vacaciones de Navidad y como era de esperar, en plena pandemia, ha puesto al descubierto aún más las deficiencias de muchas aulas y las circunstancias en las que los escolares deben rendir académicamente.

En Rota, los padres, profesores, AMPAS, FLAMPA y algunos equipos directivos han puesto de su parte desde el primer momento para intentar buscar soluciones y que los estudiantes no pasen frío en su jornada escolar. Pero ante la falta de un protocolo de actuación común, la realidad es que las decisiones se han ido tomando casi de manera individual, colegios en los que los profesores han decidido si permitir ventanas abiertas con niños literalmente tiritando o cerrarlas por la imposibilidad de permanecer en el aula por el frío; otros que han optado por que los tramos de ventilación se hagan aprovechando los minutos anteriores al inicio del día, en el recreo o en las clases de Educación Física; aquellos que han pedido a los alumnos que acudan más abrigados de la cuenta y los que en general, y aunque no es del todo aconsejable, permiten que se lleven mantas.

Todo ello, porque en plena pandemia, la recomendación es mantener las clases con ventilación de forma continuada. Así que mientras llegan soluciones más concretas, en la localidad hay institutos que han optado por poner cartones en las ventanas para impedir que la corriente de aire entre directa; otros como el colegio  Pedro Antonio de Alarcón  han invertido en comprar purificadores de aire con filtro HEPA -aunque no todas las opiniones coinciden en que su existencia exima de la necesidad  de ventilar  el habitáculo-; los hay que han colocado ya láminas de policarbonato en las ventanas de las clases para eliminar la corriente directa de aire frío hacia el alumnado y graduar la entrada de aire permitiendo que este solo circule por la zona más alta de cada aula, como ha hecho el colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro o Azorín; y los que están aguantando el tipo como pueden, más abrigados de lo que es aconsejable para poder dar clases. 

En estos días de frío, ha habido aulas de colegios como San José de Calasanz, que lo ha publicado en sus redes sociales, en los que la temperatura a las 10.30 horas marcaba 4ºC con lo que ello supone para la concentración que en estos días, se ha resentido notablemente como han indicado algunos profesores. Al ser estos los primeros días tras las vacaciones navideñas, el ritmo en las aulas ha sido más relajado, pero la semana que viene habrá que intensificarlo y si el frío sigue arreciando, mantener las ventanas abiertas será un gran inconveniente para la concentración académica mientras no haya cómo calentar la clase.

En estos primeros cuatro días de vuelta al cole, la FLAMPA ha recibido muchas quejas de padres de alumnos de Rota  que no entienden la situación, porque es "tercermundista" tener que llevar una manta en la mochila, pero es eso, o morir de frío porque la falta de climatización en las aulas es evidente. Es más, desde la Federación Local de Asociación de Padres y Madres de Alumnos de Rota son conscientes de que a excepción de colegios como Azorín o Calasanz que han renovado su instalación eléctrica recientemente, el resto no soportaría que se conectaran ni siquiera en una situación normal los aparatos de calefacción que para colmo, en estos meses de crisis sanitaria por el Covid, es hasta desaconsejable según las autoridades sanitarias.  Por eso, los remedios y soluciones que se están barajando, al no tener todas consigo sobre la eficacia de los purificadores de aire con filtro HEPA, son mucho más rudimentarios: colocar pantallas en las ventanas, algunos  indican que hasta plástico de forrar los libros sería válido para desviar las corrientes de aire y mantener el aula ventilada como mandan los protocolos del coronavirus, o simplemente, abrigarse mucho tirando de guantes, gorro, bufanda, camisetas térmicas, etc. 

Desde las distintas AMPAS, según la FLAMPA, están dispuestas a colaborar de forma económica e incluso aportando el trabajo manual  si finalmente se decide que la colocación de mamparas en las ventanas sea la solución más adecuada.

De momento, el consejo es ir abrigados al cole y esperar que la ola de frío remita para que sean más llevadero estos meses invernales con ventanas y puertas abiertas en clase.