Izando la bandera boca abajo
Cuando hace una pila de años vi por primera vez “El planeta de los Simios” pensé que eso era completamente imposible que pasara. Con el paso del tiempo y las decisiones de nuestros gobernantes, ya no me parece tan descabellado que el control lo tomen los monos. Tal vez nos iría mejor.
No hay que ser un experimentado analista para percibir que la situación es de una enorme gravedad. Solo en España el agujero económico es catastrófico. Lo peor es que hay más de 70.000 fallecidos. Según el Gobierno progresista son 50.000. ¿A los otros 20.000 tal vez les hicieron muchas cosquillas y se ahogaron de risa?
El escenario es de devastación.
A esto llega la vacuna de Pfizer, ponen unas cuantas para la foto y las dejan sin administrar en los almacenes. Hay comunidades que habían pinchado menos de un 10 por ciento. O sea, que si abres tu negocio fuera de las horas te mandan tres coches patrulla. Si preparas una fiesta con botellón, te mando a los antidisturbios pero la vacuna no la ponen porque Santa Claus está en la ciudad.
El ministro de Sanidad que tenía que estar coordinando todo el proceso, resulta que quiere ser presidente de la Generalidad de Cataluña. ¡Va a compaginar la candidatura y el ministerio! ¡Lo flipas! Es como si hay un incendio, tienes bomberos y bastante agua pero no lo vayas a apagar, vamos a esperar que pasen las fiestas.
En el telediario de una cadena nacional escuché a un señor explicando la vacuna española. Que a lo mejor la tenían dentro de un año, no era seguro. Y el grupo encargado de la investigación eran jubilados que lo que cobraban era su pensión y punto.
Le dijo Matías Prats que enhorabuena por esa jubilación tan activa.
Como yo lo veo, tenían que abrir para vacunación los ambulatorios todos los días, todas las noches y festivos. Todos los colegios electorales con cuatro sanitarios en cada uno y llamar por edades. La unidad militar de emergencia, los farmacéuticos, los veterinarios. Todo el personal voluntario que tenga conocimientos.
En marzo todos vacunados y se suavizarían mucho los efectos en UCI y la tragedia económica.
Una bandera izada a media asta es señal de duelo. Cuando se iza al revés es porque el enemigo ha tomado esa posición y si ondea boca abajo es una llamada internacional de auxilio.
Visto el panorama, habría que izar las tres:
A media asta en cada pueblo.
Al revés en la Moncloa.
Y boca abajo en la ONU.
el zurdo | Lunes, 11 de Enero de 2021 a las 06:40:32 horas
Me complace leer que tras muchos articulos de insultos, bulos, medias verdades y noticias falsas tenga la decencia de criticar la gestion de la administracion del gobierno de la comunidad de Madrid (Ayuso)de las vacunas existentes. Quieren mas para tener un stock en congeladores. ¿ Con que objetivo? Creo que se trata de clavar menos banderas y clavar mas agujas ( Benjamin Prado)
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